"Pero no decimos nada, quizá porque la verdad que esconden las mentiras suele ser que lo que callamos es lo que más nos importa".
Coco comparte departamento con Marín. Son mejores amigos: "Sardina y Anchoa". Pero ella guarda un secreto... está enamorada de él. Por miedo a confesar la verdad, hace creer a todos que sigue queriendo a su ex, Gus, el poeta. Loren es el único que lo sabe, de hecho, él lo sabe todo, de todos. Marín es ex-novio de Aroa, otra amiga de los 3. Y Blanca es la mejor amiga de Coco, y se va a casar, y ellos le han organizado una despedida de soltera especial, única, apoteósica.
El viaje soñado. Los 6 amigos. Una aventura en autocaravana. Mucho tiempo juntos. Canciones, charlas, sol, playa, risas, diálogos, recuerdos, mucho vino... y mucho tiempo juntos.
Muchas hormonas cargadas, espacios reducidos, celos. Ojos abiertos que todo lo ven, que nada pierden de vista, y sobre todo, muchas verdades escondidas, calladas, ocultas... y tantas mentiras dichas, vertidas, expresadas, que intentan cubrir la realidad.
Y quizá no haya maldad en esas mentiras. Muchas veces se dicen por evitar un mal mayor. Otras veces, las verdades se ocultan para no lastimar, incomodar, y tal vez también por temor a la reacción de los demás. Temor de perder lo que se tiene. La angustia de que "ese algo" aunque sea poco, se escurra como agua entre los dedos.
El roce diario durante ese pequeño viaje. Miradas que ya no se pueden ocultar. Sonrisas cómplices. Poemas dedicados, canciones compartidas...e intimidad, mucho tiempo de intimidad hacen que la olla explote...¡Y arde Troya!
Y las verdades, el odio, la envidia, el rencor, y el miedo... empañan, oscurecen, van desvaneciendo lo bueno, y abren paso a los demonios.
Como siempre, leer a Elisabet Benavent, es subirte a una montaña rusa de sentimientos y sensaciones encontradas. Sus personajes son tan reales, tan palpables y creíbles, que en el tiempo de lectura llegas a creer que son tus amigos, y vas con ellos en el viaje. Los llegas a conocer, a querer, a entender. Justificas algunas de sus acciones, y otras, son tan graves, que no hay manera de poder defender lo indefendible.
Coco es, sencillamente especial. Con un carácter decidido, sin vergüenza, con los pies bien plantados. Sabiendo lo que quiere y cómo lo quiere. Sin medias tintas. Sin claroscuros. Entregándose y amando, sobre todo, a ella misma.
Normalmente me pasa que sucumbo ante los personajes masculinos de Elisabet, pero en esta ocasión, mi corazón se lo llevó Coco. ¡Quiero que sea mi amiga! Sin temor a equivocarme, Coco es uno de mis personajes favoritos.
Una historia sencilla, pero tan bien contada, que la hace GRANDE... y que en el fondo es MUCHO más que lo que cuenta la contraportada del libro.
Tan divertido que lloras de risa. Por momentos, tan intenso que hace que el corazón se desboque. Tan doloroso, que lagrimeas, aún sin desearlo. Y tan aleccionador, que guardas miles de frases para releer y ponerlas en práctica.
@BetaCoqueta es garantía. Esta vez... siempre.
Te puede gustar un libro más que otro. Amar a un personaje y odiar a otros... pero siempre, siempre, tienen ese "algo" que te marca y se queda incrustado en el corazón.
Y sí, nuevamente lo ha hecho.
¡Gracias querida Beta Coqueta por tantas mentiras, y tantas verdades! ¡Eres, sencillamente... MÁS! ♥
El viaje soñado. Los 6 amigos. Una aventura en autocaravana. Mucho tiempo juntos. Canciones, charlas, sol, playa, risas, diálogos, recuerdos, mucho vino... y mucho tiempo juntos.
Muchas hormonas cargadas, espacios reducidos, celos. Ojos abiertos que todo lo ven, que nada pierden de vista, y sobre todo, muchas verdades escondidas, calladas, ocultas... y tantas mentiras dichas, vertidas, expresadas, que intentan cubrir la realidad.
Y quizá no haya maldad en esas mentiras. Muchas veces se dicen por evitar un mal mayor. Otras veces, las verdades se ocultan para no lastimar, incomodar, y tal vez también por temor a la reacción de los demás. Temor de perder lo que se tiene. La angustia de que "ese algo" aunque sea poco, se escurra como agua entre los dedos.
El roce diario durante ese pequeño viaje. Miradas que ya no se pueden ocultar. Sonrisas cómplices. Poemas dedicados, canciones compartidas...e intimidad, mucho tiempo de intimidad hacen que la olla explote...¡Y arde Troya!
Y las verdades, el odio, la envidia, el rencor, y el miedo... empañan, oscurecen, van desvaneciendo lo bueno, y abren paso a los demonios.
Como siempre, leer a Elisabet Benavent, es subirte a una montaña rusa de sentimientos y sensaciones encontradas. Sus personajes son tan reales, tan palpables y creíbles, que en el tiempo de lectura llegas a creer que son tus amigos, y vas con ellos en el viaje. Los llegas a conocer, a querer, a entender. Justificas algunas de sus acciones, y otras, son tan graves, que no hay manera de poder defender lo indefendible.
Coco es, sencillamente especial. Con un carácter decidido, sin vergüenza, con los pies bien plantados. Sabiendo lo que quiere y cómo lo quiere. Sin medias tintas. Sin claroscuros. Entregándose y amando, sobre todo, a ella misma.
Normalmente me pasa que sucumbo ante los personajes masculinos de Elisabet, pero en esta ocasión, mi corazón se lo llevó Coco. ¡Quiero que sea mi amiga! Sin temor a equivocarme, Coco es uno de mis personajes favoritos.
Una historia sencilla, pero tan bien contada, que la hace GRANDE... y que en el fondo es MUCHO más que lo que cuenta la contraportada del libro.
Tan divertido que lloras de risa. Por momentos, tan intenso que hace que el corazón se desboque. Tan doloroso, que lagrimeas, aún sin desearlo. Y tan aleccionador, que guardas miles de frases para releer y ponerlas en práctica.
@BetaCoqueta es garantía. Esta vez... siempre.
Te puede gustar un libro más que otro. Amar a un personaje y odiar a otros... pero siempre, siempre, tienen ese "algo" que te marca y se queda incrustado en el corazón.
Y sí, nuevamente lo ha hecho.
¡Gracias querida Beta Coqueta por tantas mentiras, y tantas verdades! ¡Eres, sencillamente... MÁS! ♥
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