"- Las personas que tienen la osadía de creer que pueden cambiar al mundo son las que terminan cambiándolo".
Hannah es un nombre que pudo ser cualquier otro.
Cualquier otro nombre de un judío italiano que viviera en la Florencia de la
Segunda Guerra Mundial.
Hannah era una niñita de 5 años en esa época dolorosa, y Hannah es la nieta de aquella otra en la actualidad. Quien descubre
una cartilla de reclutamiento de las fuerzas armadas de un soldado nazi, con
una frase escrita en su interior:
«Hannah,
niña número 37. G. Wolf»
Esa corta y escueta frase, la cimbra y la hace
querer saber más, conocer más y adentrarse en la Florencia fascista y tomada
por los nazis. Una mezcla nada halagüeña, especialmente para los judíos y los
partisanos.
En un ir y venir del pasado al presente, de
manera ágil e interesante, caminaremos por las calles de la bellísima ciudad de
los puentes sobre el Arno. Una ciudad invadida por la crueldad del fascismo y
la intervención nazi. Pero también siendo patria de personas de gran corazón y
con inmenso amor por el arte y la cultura, y con la férrea idea de perpetuar
todo aquello que fuera luz en un marco de oscuridad y sangre.
Y es aquí donde Hannah rescata la historia de
un héroe casi olvidado: Gerhard Wolf, el cónsul alemán, el “Lobo” de
Florencia, el Guardián del Ponte Vecchio. Un hombre que utilizó el símbolo de la
esvástica que portaba, para defender, ocultar y salvar. Salvar personas, salvar
arte, salvar lo salvable dentro de lo limitado de sus posibilidades. Un hombre
que hizo cadena con muchos otros para lograr lo impensable.
Nos toparemos con muchos personajes muy bien
estructurados, unos reales y otros creados para agilizar y unir la punta de
estas dos etapas de una misma historia, que mezcladas entre sí han logrado una gran
novela.
Una novela que si bien nos habla de una ciudad
que es sinónimo de arte y belleza, hace notar y engrandece a una persona
casi desconocida, pero que hizo muchísimo por el emblemático lugar en el que
vivía y al que amó profundamente: el alemán, Gerhard Wolf.
Un libro atrapante desde la primera página.
Una historia que conmueve.
Una historia que desgarra por los actos
criminales que se vivieron. Por los tantos muertos que no tuvieron una
sepultura. Por los muchos desaparecidos. Por la devastación sin sentido de
tantos monumentos y tanto arte. Pero especialmente estremece por la historia del
hombre al que se ensalza, por ese gran héroe, casi en el anonimato, que
hizo tanto por tantos y por toda Florencia.
Con un desenlace que sobrecoge, y que logra que
se derrame más de una lágrima. Y que hará que se deseé recorrer la bellísima “Firenze”
por todas esas calles que se nombran, y visitar tantos lugares que son
emblemáticos, pero especialmente, atravesar el Ponte Vecchio, y sentir
lo que Gerhard sentía cada vez que lo veía o recorría, pletórico de amor por
ese, su puente tan amado.
Primera vez que leo a Christian Gálvez,
y segura estoy que no será la última. Este libro me ha conmovido intensamente,
y sin duda alguna, ocupa ya un lugar en mi top 10 de lecturas del 2020.
¡Totalmente recomendado!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario