“Aunque ahora no lo puedas ver, mañana será otro día. Te dolerá mi ausencia. Mañana, pasado, durante un mes, dos meses, cinco meses… Tal vez años. Pero la vida sigue. El sol sale cada día y la luna te acompañará todas las noches. Mira las estrellas. Ahí me encontrarás”.
Narrada en primera persona por Claudia, la protagonista de esta historia y quien está a punto de perder la vida por un funesto accidente.
Entre este mundo y el más allá, ella se dirige a Ismael, el amor de su vida, y le va recordando los momentos mágicos que les marcaron la vida, y conjuntamente le va aconsejando qué hacer y cómo vivir después de ella.
Una historia corta, pero intensa.
Contada de manera intimista, amorosa, delicada y sutil.
Una novela que fluye, y que igual te saca una sonrisa, como algunas lágrimas.
Es más que una historia de amor, pues invita a la reflexión, a disfrutar de la vida, a vivir los duelos, llorar si es necesario y seguir adelante.
Es sensible, es humana, y atrapa por la trama diferente.
Se lee en un abrir y cerrar de ojos, pero es de esas pequeñas historias que dejan una huella en el corazón.
** No hago spoilers. No hay ningún dato aquí que no se cuente en la sinopsis**
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