“-Rojava es el nombre kurdo
que recibe la Federación Democrática del Norte y Este de Siria. Es una zona que
los kurdos proclamaron autónoma en 2012. Luchan por una tierra propia donde se
respeten todas las etnias, religiones y minorías. Ellos han sido perseguidos y
desplazados. Hay 35 millones de kurdos en el mundo. La mayoría vive en el norte
de Siria e Irak. Otros en el sur de Turquía, donde también son desplazados. En
el idioma kurdo, Rojava significa occidente: donde se pone el sol”.
Las primas Parsehyan, Alma y
Nané, conocidas nuestras desde “Alma Armenia”, se reencuentran para
una travesía peligrosa que las llevará a la médula misma que se disputan los
kurdos con el Estado Islámico, el Estado turco y el régimen sirio. Zona de
muerte, de violencia y vejación, de dolor, de pérdidas. Viajarán a Rojava,
un lugar en Medio Oriente, donde un ejército de mujeres, defienden su
territorio con alma, corazón y vida.
Alma acompañando a su prima, y
dejando salir su pasión periodística, y Nané descubriéndose íntimamente,
buscando sus orígenes y dispuesta a luchar por lo que cree y siente.
Volveremos a encontrarnos con Hrant
Torosyan, y conoceremos a Vartan Sirekanyan, ambos armenios, e
involucrados en la causa que atañe a las primas.
Ellas se enfrentarán a sus más
grandes miedos, al pasado que sigue estando presente, a lo incierto del
porvenir, pero siempre esperanzadas en que lo que elijan será lo mejor para
cada una.
Y aunque no es una historia de amor…
éste estará presente como la suave melodía desgarrada que surge al frotar el
arco con las cuerdas de un violín que despierta sensibilidad e
intensidad.
Con una pluma íntima, intensa y
profunda. Con esa vena periodística que afronta con profesionalismo y
vehemencia absoluta, y con la pasión que envuelven sus historias, Magda
Tagtachian nos lleva a vivir, nuevamente, un huracán de emociones. Con los
sentidos a flor de piel, con el corazón en un puño, y por momentos, sintiendo
que nos quedamos sin aire en los pulmones. Con sus descripciones tan detalladas
y cinematográficas, viviremos en primera persona todo lo que acontece y viven
las primas Parsehyan.
En un presente oscuro donde el
covid es parte de nuestro aquí y ahora, Magda teje con luz y promesas las vidas de Alma y Nané… y el horizonte extenso ante sus ojos.
¡Me gustó muchísimo esta historia! El equilibrio perfecto entre realismo y ficción, entre amor y guerra, entre pasado y presente, entre el dolor y la esperanza. ¡La recomiendo mucho!
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