"Ahora tengo la oportunidad de romper y empezar de nuevo, de reorientarlo todo. Me queda otra mitad de vida por delante para vivir o para terminar de morir, una de dos".
A sus 42 años, Raquel es una mujer con esposo, hijos, casa y un trabajo. El sueño cumplido para muchas, pero ella tiene un hartazgo en la rutina de su vida.
Junto con su mejor amiga - Lourdes -, está por acudir a una reunión de su generación, ya que cumplen 25 años de egreso. Ella no quiere ir, esa es la verdad. Tiene "miedo" , pero sabe que Lourdes al ser la organizadora, no la dejará faltar por nada del mundo.
Cuando entran al recinto del encuentro... se vienen de golpe miles de recuerdos de aquella época. Amistades que fueron tan cercanas...y no se les volvió a ver. Tantas anécdotas, nombres de profesores olvidados, miles de risas. Las historias que se desconocen de aquellos que fueron tus compañeros. Los puntos suspensivos que quedaron en algunas vidas. El enfrentarte de golpe al pasado, que pudo ser presente y que no lo fue. El golpearte con el ahora y ver que por una u otra razón, los sueños en aquella época, se quedaron en eso... Y en darte cuenta que la vida aún no se acaba y se tienen los medios en las manos para vivirla de verdad. También sirve para conocer si a alguno de ellos le quedó algún pendiente de aquella etapa de sus vidas, porque a Raquel sí. Su asignatura sin resolver tiene nombre y se llama Gonzalo, y es un secreto y un dolor que ha cargado en el corazón por 25 años.
Y es darse cuenta que es "ahora o nunca" para confrontar ese pasado que sigue latente. Y aceptar finalmente que fue real. No lo soñaron. Lo vivieron. Lo recuerdan... y lo siguen sintiendo.
Es enfrentarse y hablar, y dejar que los puntos suspensivos se transformen en un punto y aparte... o determinar que debe ser un punto final.
Es una lectura que te mueve y te cimbra. Te saca del aquí y el ahora y te manda de lleno a las entrañas del pasado.
Es una retrospección personal profunda, y ser sinceros al reconocer (o no), que en muchos momentos la rutina diaria se devoró nuestros sueños.
Los personajes son creíbles, cercanos. Los sientes como si fueran tus propios amigos. No hay excéntricos millonarios, ni sufridas víctimas. Tampoco un villano que se interponga en sus caminos.
Son 12 capítulos más un epílogo final. Es narrado por Raquel en primera persona de manera ágil y fluída. Alterna su presente, con remembranzas del pasado.
La verdad, nunca pensé que fuera a gustarme tanto, y que me hiciera pensar y moviera tantas fibras internas.
Una novela cortita, muy fácil de leer...pero intensa. Con un tema que al principio no se piensa que dé para tanto... pero lo da.
Y aunque el final puede parecer un poco previsible, lleva un vuelco que no se esperaba.
¡Me encantó!
Raquel, Gonzalo y Lourdes se quedan grabados en mi corazón.
Un placer enorme haberte descubierto Pilar Muñoz Álamo.
Un placer enorme haberte descubierto Pilar Muñoz Álamo.
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