jueves, 15 de mayo de 2014

ALMA ELENA: Un ángel que vivió entre nosotros.

Corría el año de 1984, cuando Margarita mi prima nos las presentó…"Ella es Alma"…

Acababa de llegar de México,DF,y venía a vivir a Torreón con su familia.Aquí vivían parientes por parte de su papá,pero no tenía amigos.
Y resulta que mi prima,a quien conoció primero fue a Neto,el hermano de Alma.Y siempre que pasaba por su casa,Margarita se detenía a platicar con él, y ella corría porque le daba mucha vergüenza.
Alma estudió primero en el Villa de Matel (Y me cuenta Margot, que cuando la combi que la llevaba a su casa pasaba por la Pereyra,ella se agachaba porque se moría de pena…jajajaja).
Después convenció a su papá,y la cambiaron al Colegio La Paz,donde hizo un muy bonito grupo de amigas.Cuando pasó a la prepa, es que entró en la Pereyra…y conquistó a todos los que se cruzaron en su camino con su hermosa sonrisa:amigos, amigas, profesores y sacerdotes. 
Mención aparte,que siempre fue una EXCELENTE alumna.

A partir que Margot mi prima se hizo su amiga,el sábado 24 de Marzo de 1984, día que se efectuaba la kermés en la Pereyra…Alma fue parte de mi vida.



Y aunque se apellidaba Aguilera Villanueva,su apellido adoptivo tuvo que ser Herrera, porque se la pasaba con nosotras en casa de mis abuelos.Y ahí también conquistó a los chatitos:Jorge y Margarita,y a mis tíos y tías,y obviamente a mis primos.Casi todos los domingos,y fiestas de guardar, estaba entre nosotros.

Y eso no sólo pasó en mi familia. Alma empezó a jugar basquetbol, y fue mi compañera de equipo. También practicó gimnasia olímpica,y le gustaba correr. No era una gran deportista,pero le ponía un empeño enorme y unas ganas impresionantes, porque a ella todo le gustaba hacerlo,no bien,sino perfecto.

De la misma manera, entró con nosotros a F.E.F (Familia educadora en la fe), y después seguimos en la versión universitarios: Viajes, congresos, retiros, pláticas, y demás, siempre estuvimos juntas en esa parte de nuestras vidas.
Una anécdota, de las miles que vivimos, cuando estábamos en un retiro, es que ese día, Alma tenía una crisis existencial. Mario Pérez y yo, nos habíamos estado divirtiendo llenado de “Pulpa Rago” a un perro más flaco que el de los Simpson. Y después de una plática, Alma llorando acongojada, dijo, que ella había visto a Dios en el perro, y que unos de nosotros, no lo respetábamos y jugábamos con sus sentimientos. Obviamente, Mario y yo, nos sentimos peor que cucarachas fumigadas… Jajajajaja… ¡¡Ay Nena!!

Imposible no recordar que la final del Mundial de fútbol de México 86,la vimos en su casa.
Cómo borrar de la memoria  que su postre preferido era plátano con crema de cacahuate y mermelada de fresa.
Así como recuerdo cuando en un entrenamiento,un mosquito se le metió en el oído,pero ella gritabas como si un pterodáctilo le estuviera carcomiendo las entrañas (Jajajajaja).

Viaje inolvidable es el que hicimos en 1992 a Acapulco. 
¿Cómo dejar de lado al cóndor,y a la ciruela pasa?.
¿Y la cara con la que nos vió a María Inés y a mí, por esos comentarios?...
¿Y el grito ilustre de  “Pendejas” que nos lanzó su acérrima salvadora y amiga, Margarita, cuando corrió tras ella,dejándonos a Mine y a mí con cara de WTF?

Después, por azares del destino nos separamos un poco, pero siempre sabía de ella de una u otra manera. E incluso así, coincidimos en algunas materias en la carrera de Comunicación.
Y por esas cosas extrañas de la vida,los últimos años,fue más amiga de Carlos que mía. Con él se encontraba en la Ibero,con él conversaba un montón,él la traía de regreso a su casa cuando iba a la Universidad sin auto.

Fue la hija perfecta,la hermana ideal,la amiga idónea,la deportista entregada, la mejor de las alumnas,una gran Maestra,una buena esposa y una ESTUPENDA mamá.
Todo lo hacía bien, rayando en la perfección.

El único error que cometió (o que yo creo que fue error),estuvo en haberlo conocido a él.E incluso eso es  cuestionable,porque conocerlo,hizo que vinieran a este mundo esos dos seres maravillosos que son sus hijos: Víctor y Alan.

Hay cosas de la vida que no comprendo,y que jamás comprenderé. 
Una de ellas,es su muerte.
Siempre he pensado que fue tan injusta,y más para un ser de luz como Alma lo era.
Quizá el plan que Dios tenía para ella,era otro,diferente al que yo,y muchos más queríamos o deseábamos que fuera.

Me siento privilegiada de haber coincidido con Alma en la fracción del tiempo que Dios nos permitió ser amigas....
Su ausencia duele,y duele mucho.
Pero su presencia entre nosotros,es ahora como el viento…No la podemos ver, pero la sentimos…


Hoy,que cumplirías 44 años de vida,te digo ¡¡Feliz Cumpleaños Nena!!. 
Se te quiere,y nunca se te olvida.


lunes, 12 de mayo de 2014

GAZA: Me embelesas y me seduces…

Tantos lugares: Johannesburgo, Ruán, París, Milán, Turín, Villa Visconti, Gaza, Jerusalén, Bagdad, Congo…y de nuevo a París.

Tantos sentimientos que se mezclan al borde del abismo.

Si a París lo amo y me duele, y Congo me llena de sentimientos encontrados…
Gaza, tú me llevas al desborde de la pasión, del dolor, del amor, de la entrega, del miedo, de la tortura, de la muerte y de la esperanza renovada.

El hombre poderoso, se ve sobrepasado, y busca a su madre porque se siente perdido.
Y las sorpresas que les da la vida, las aceptan, las toman, las disfrutan y las saborean: Kolia.
Y ese reencuentro...¡Mon Dieu! No habrá jamás uno parecido.
Ya no hay dudas, ya no hay desconfianza. Todo es certero,todo es real. Se sienten el uno para el otro. Se confían plenamente, incluso  la vida. Se aman más allá del bien y del mal, más allá del pasado y sus errores, más allá de la muerte que los acecha.
Pero la guerra, se interpone. Una misión casi suicida. Un plan que se viene abajo. Una tortura que  acalambra el corazón y  hace llorar lágrimas de sangre.
Odios inconmensurables entre países hermanos. Años de guerra, de pérdidas, de dolor.
Un secuestro que lo cambia todo. Y la muerte que se lleva a personas tan queridas. Y duele, duele en el alma.

Y cuando todo se daba por perdido…la luz y la fuerza de la Virgen de la Medalla Milagrosa, los protege con su manto,y les da una salida.

La vida les cambia. La vida no volverá a ser la misma.
Pero están juntos, juntos hasta el final de sus días, y aún después de la muerte.
La familia crece,y son felices: Llega Amina. 
Pero sigue existiendo un resquicio de dolor.
Y quien fuera el enemigo en Congo, con aires nuevos, enamorado y buscando el perdón de sus errores, ayuda a los Al-Saud a tener la vida llena, completa, extasiada y feliz. 
Nigel Taylor… así como se te llega a odiar en Congo, se te llega amar en Gaza.
Reencuentro apoteósico: Jérôme.

Y esa vida que Matilde pensaba que sería vacía. Esa vida sin hijos, sólo dedicada a su profesión…cambia drásticamente, llenándola de una dicha que jamás se imaginó que podría llegar a vivir.
El amor entre ellos, es sublime, emblemático, insaciable, perdurable, confiable, y a prueba de todo. Se lo han demostrado. Lo han plasmado. Lo viven día con día.

Y Eliah… ¡¡ Ay Eliah !!
Ese Caballo de Fuego que no se acostumbraba a la rutina. Que necesitaba su libertad para poder ser… No ve la hora para estar con su familia, y hacer diariamente las mismas tareas.
Ese hombre hermoso, enigmático, de semblante duro y mirada asesina. 
Ese mercenario que se logró ganar el alma de un ángel. 
Ese parisino de ojos color verde esmeralda, y de 1.92 mts. de altura. 
Ese soldado con su piel morena. 
Ese hombre perfecto en su imperfección…se cuela hasta los huesos. Se tatúa en el alma. Su olor de “A men” de Thierry Mugler, se impregna eternamente en las fosas nasales. Y ya nadie lo puede mover de ahí.


Después de leer Caballo de Fuego, Eliah Al-Saud, se queda perenne en mi vida. Se queda eternamente en mi corazón. 
Eliah Al-Saud, es y será mi eterno Caballo de Fuego.


viernes, 2 de mayo de 2014

Congo: Me llenas de sentimientos encontrados...

Congo, me llenas de sentimientos encontrados; de una felicidad avasalladora a un dolor lacerante.

Comienzas en el camino hacia Ruán, con esa música de Paint it de los Rolling Stones, embargando de un dolor que traspasa el alma; al ver, sentir y palpar el sufrimiento de ese hombre tan poderoso y fuerte, sumido en la desesperanza total y en el abandono. Y puedo sentir su dolor, su vacío, su tristeza plena.

Más refulges con un colorido apabullante: Vestimentas, animales, selva, tierra, lluvia, al cobijo de un calor sofocante que te quita el aliento y te deja un rastro de sudor permanente en el cuerpo.

Y lastimas por las vicisitudes que se deben enfrentar a diario: La guerra, esa sórdida guerra que se aviva por el hambre de poder para obtener el coltán; y las mutilaciones y vejaciones, las violaciones, las pérdidas, el dolor y la muerte.

Pero también exaltas el alma con la aparición de un pequeñito, de un negrito huérfano y adorable que llega a la vida de Mat para darle sentido, color, y para vivir ese sentimiento materno que ella pensaba que jamás podría llegar a sentir.

Y desesperas por ese reencuentro que se anhela página tras página...y que no llega.

Pero cuando llega, se obnubilan todos los sentidos. Y nos sumergimos en ese amor tan grande, en esa pasión desbordada, en esos sentimientos cargados de todo: tan fuertes, tan expuestos, tan intensos, tan abrumadores.

Pero dueles Congo, y dueles de muerte, porque de nueva cuenta surgen los celos no controlados, las inseguridades, un pasado negro en la vida de Eliah que emerge trastocándolo todo. Errores cometidos que no se pueden borrar. Juicios mal fundados, desconfianza en el ser amado que causan humillación y una cicatriz en el alma, sentimientos de inferioridad, aunado a la gente mala que existe en el mundo, esa que no puede ver felices a los demás... y manda todo al traste separándolos de nuevo. Alejando a esos dos seres que está claro que han nacido para amarse.

Y la guerra, que lo remueve todo de pronto. Que separa, que hiere, que pone las vidas al borde de la muerte.
Y Jérome perdido...y Matilde loca de angustia...
Y ese hombre poderoso reducido nuevamente por el amor de su mujer. Pidiendo al cielo, a Dios, a Alá, que no se la lleve de su lado, porque sin ella, la vida ya no le interesa...

Ay Congo,cuánta felicidad, pero también cuánto dolor. Cuánto colorido y cuánta negrura a tu alrededor. Cuánto amor, pero también cuántos celos, desconfianzas y un orgullo pisoteado...y el de un Caballo de Fuego...

¡¡Ay Congo...me llenas de sentimientos encontrados!!