miércoles, 20 de marzo de 2019

"Más allá del mar"... Creer que todo es posible.

"Los huracanes y las tempestades pueden hundir grandes barcos, pero a la mayoría de los envases de vidrio no hay quien los hunda. En igual sentido, las grandes crisis pueden separar o unir personas, las equivocaciones pueden determinar el final de una relación pero ni desastres climáticos ni caos emocionales pueden hacer desaparecer el amor entre dos personas, cuando el destino escribió sus nombres enlazados para siempre en el libro de la eternidad".


Renzo Benítez no ha podido superar el trágico accidente donde perdió a uno de sus más grandes amores. Se culpa por ello, y desea "castigarse" para así sentirse exonerado... aunque no sea culpable de nada.
Aldana Vega rompe su compromiso de boda, y al mismo tiempo trunca con todo lo que se esperaba de ella, como siempre. Pone distancia con su familia y se va a vivir a Mar del Plata a trabajar como Doctora, y a buscar en su soledad la voz de su alma y de "sus" deseos, sin tener que cumplir con mandatos establecidos y códigos arraigados de cómo ser y hacer lo que es correcto.

Trabajando en el hospital conoce, en momentos diferentes a dos hombres que la sensibilizan de distinta manera. Un doctor encantador, Germán, que a su vez está enamorado de Marina, y Renzo, un hombre sencillo y bueno, que la hará sentir y vibrar como nadie... aunque arrastre un error de su pasado.

Entrelazándose otras historias con la de ellos, aparecerán Agustina, Santiago, Eugenia, Marcos, Ramiro, Mariano, Andrea, Paula, Nora, Víctor, Tomás y Trinidad. 
Una novela coral donde cada personaje tiene su historia, su pasado, sus secretos, sus miedos, su dolor... y deben superar cualquier escollo que se les presente para poder vivir la vida que tienen por delante.
La magia de esta historia, es que son personajes comunes, como uno mismo, como la vecina de al lado, el compañero del trabajo o sencillamente nuestra madre o alguna tía. Trabajan, tienen hambre, lloran, se desesperan, sufren, mienten, tienen dolores de cabeza... ¡Y aman! Sí, aman con todo su corazón y sus sentidos. Y es ese amor, al final de cuentas, el que dá color y sentido a todo lo que les sucede.

Y el mar... el mar aparece en tantas escenas, que sin duda alguna es un personaje más. El mar que abruma con su inmensidad. Que es calmo y es fiero. Que da solaz, y enfurece. Que trae sorpresas, y también se cobra vidas. El mar como remanso, con poderío, con fuerza y tranquilidad.

Es una historia que cimbra desde el mismo prólogo, con unos cuestionamientos que ahí se nos plantean.
La vida está llena de claroscuros. No todo es bueno o malo, hay una gama muy intensa de grises que nos circundan. Ni todos los mandatos que dicta "la sociedad" son correctos. No todos deben elegir o gustar de lo mismo. Ni todos los caminos sirven para que todos transiten por ahí. Hay mujeres que no ven el matrimonio y la maternidad como una opción. Hay hombres que no desean estudiar, o no quieren ser lo que su padre ha sido.
No toda la gente que ha cometido un "grave error" son malas personas.

Y esta novela nos habla intensamente de ésto. De ser lo que uno desea, de amar a quien uno escoja. De equivocarse y volver a empezar. De perdonar al otro para vaciar el alma, y perdonarse a uno mismo para continuar por la vida con más bríos.
Nos enfrenta con la realidad de saber aprovechar los momentos que la vida nos brinda, porque no sabemos si tendremos una nueva oportunidad o despertemos a otro mañana.
"Aceptar el desafío de honrar la vida".

Como siempre, Laura G. Miranda, nos lleva de la mano por una historia profunda. Con personajes que parecen ajenos entre sí, pero que de una u otra manera, se entrelazan con los demás. Con sentimientos y sensaciones que nos mueven y conmueven, y nos hacen preguntarnos mil cuestiones, buscando la respuesta en lo más profundo de nuestro ser.
Con su pluma poética, con miles de frases para marcar, releer y atesorar.

¡Grande como el mar querida Laura... así eres!








viernes, 8 de marzo de 2019

"Toda la verdad de mis mentiras"...

"Pero no decimos nada, quizá porque la verdad que esconden las mentiras suele ser que lo que callamos es lo que más nos importa". 

Coco comparte departamento con Marín. Son mejores amigos: "Sardina y Anchoa". Pero ella guarda un secreto... está enamorada de él. Por miedo a confesar la verdad,  hace creer a todos que sigue queriendo a su ex, Gus, el poeta. Loren es el único que lo sabe, de hecho, él lo sabe todo, de todos.  Marín es ex-novio de Aroa, otra amiga de los 3. Y Blanca es la mejor amiga de Coco, y se va a casar, y ellos le han organizado una despedida de soltera especial, única, apoteósica. 

El viaje soñado. Los 6 amigos. Una aventura en autocaravana. Mucho tiempo juntos. Canciones, charlas, sol, playa, risas, diálogos, recuerdos, mucho vino... y mucho tiempo juntos.
Muchas hormonas cargadas, espacios reducidos, celos. Ojos abiertos que todo lo ven, que nada pierden de vista, y sobre todo, muchas verdades escondidas, calladas, ocultas... y tantas mentiras dichas, vertidas, expresadas, que intentan cubrir la realidad.
Y quizá no haya maldad en esas mentiras. Muchas veces se dicen por evitar un mal mayor. Otras veces, las verdades se ocultan para no lastimar, incomodar, y tal vez también por temor a la reacción de los demás. Temor de perder lo que se tiene. La angustia de que "ese algo" aunque sea poco, se escurra como agua entre los dedos.

El roce diario durante ese pequeño viaje. Miradas que ya no se pueden ocultar. Sonrisas cómplices. Poemas dedicados, canciones compartidas...e intimidad, mucho tiempo de intimidad hacen que la olla explote...¡Y arde Troya!
Y las verdades, el odio, la envidia, el rencor, y el miedo... empañan, oscurecen, van desvaneciendo lo bueno, y abren paso a los demonios.

Como siempre, leer a Elisabet Benavent, es subirte a una montaña rusa de sentimientos y sensaciones encontradas. Sus personajes son tan reales, tan palpables y creíbles, que en el tiempo de lectura llegas a creer que son tus amigos, y vas con ellos en el viaje. Los llegas a conocer, a querer, a entender. Justificas algunas de sus acciones, y otras, son tan graves, que no hay manera de poder defender lo indefendible. 

Coco es, sencillamente especial. Con un carácter decidido, sin vergüenza, con los pies bien plantados. Sabiendo lo que quiere y cómo lo quiere. Sin medias tintas. Sin claroscuros. Entregándose y amando, sobre todo, a ella misma. 
Normalmente me pasa que sucumbo ante los personajes masculinos de Elisabet, pero en esta ocasión, mi corazón se lo llevó Coco. ¡Quiero que sea mi amiga! Sin temor a equivocarme, Coco es uno de mis personajes favoritos.

Una historia sencilla, pero tan bien contada, que la hace GRANDE... y que en el fondo es MUCHO más que lo que cuenta la contraportada del libro.

Tan divertido que lloras de risa. Por momentos, tan intenso que hace que el corazón se desboque. Tan doloroso, que lagrimeas, aún sin desearlo. Y tan aleccionador, que guardas miles de frases para releer y ponerlas en práctica.


@BetaCoqueta es garantía. Esta vez... siempre.
Te puede gustar un libro más que otro. Amar a un personaje y odiar a otros... pero siempre, siempre, tienen ese "algo" que te marca y se queda incrustado en el corazón.

Y sí, nuevamente lo ha hecho.
¡Gracias querida Beta Coqueta por tantas mentiras, y tantas verdades! ¡Eres, sencillamente... MÁS! ♥