martes, 23 de agosto de 2016

"BRUMAS"...en Hallcombe House.


“El parecía un lobo entre ovejas. O algo peor, se dijo Lea. Un ángel caído entre devotos creyentes”.
Después de la tragedia en la que muere su primera esposa, Clifford Ellis se vuelve un ser oscuro, taciturno, serio, y sin ningún deseo de volverse a enamorar. Pero su título de duque, lo obliga a buscar una nueva esposa, para dar así, un heredero a Hallcombe House.
En una fiesta conoce por ,azares del destino, a Eleanor McKenna, a quien imagina sumisa, tímida y callada, y por esa razón, decide contraer matrimonio con ella…a pesar de ser nieta de Dauly McKenna, el hombre más odiado por su querida abuela.
Lea no desea bajo ningún aspecto casarse con Cliff, porque ha escuchado cosas terribles acerca de él, pero su padre no le da otra opción, y ella ya casada, debe viajar al castillo. Pero la verdad de las cosas, es que está obnubilada por el duque, de una manera que ni ella misma entiende. Una mezcla de temor y deseo.
El duque Ellis tarde se da cuenta, que la señorita McKenna es todo, menos dócil . Escocesa de cabo a rabo, con un carácter impetuoso, fuerte, decidido y testarudo… que va doblegando la seriedad y el hermetismo en que había caído la vida de Clifford.
Una fuerte pasión empieza a cernirse entre ellos. Es más fuerte que el miedo y las dudas de Lea, y la decisión a no abrir su corazón del duque.  Y mientras eso pasa, el Castillo sigue rodeado de un gran misterio, de sonidos aterradores por las noches, de muertes extrañas,  secretos que deben desvelarse, y Eleanor parece ser el centro neurálgico de todo lo que sucede a su alrededor.
Los personajes son entrañables. Tanto Clifford Ellis con esa seriedad, y Eleanor McKenna con su temperamento fuerte y abierto, nos roban el corazón de principio a fin.
La duquesa viuda, abuela de Cliff,es otro personaje memorable, a quien terminas amando.
Es de esas historias que te mantienen en vilo durante toda la lectura, que te hacen sonreír a menudo, y que dejan un sabor en la boca, totalmente agradable.
Como siempre, leer a Nieves Hidalgo es un placer. Sus historias conllevan una mezcla de romance, con intriga e historia. Con una lectura ágil y fluida. Con personajes adorables que se meten en el corazón. Viviendo situaciones tranquilas, hasta que de pronto, el drama se viene encima poniendo los nervios a flor de piel.
Así como Cristina Ríos y Dargo Killmar, Marina Alonso y Carlos Arteche, Elena Zúñiga y Diego Martín y Peñafiel... ahora Eleanor McKenna y Clifford Ellis, se quedan grabados en mi corazón y se han apropiado de un pedacito de mi alma...ahí donde guardo a esos personajes entrañables que me hacen vibrar.
¡Gracias querida Nieves por otra entrañable historia! 




domingo, 7 de agosto de 2016

"Laberinto del alma"... laberintos que nos llevan a "elegir".

"Muchas veces había pensado si las historias inconclusas lo eran de modo definitivo o si por el contrario regresaban en busca del final que por derecho les correspondía, para bien o para mal".

¿Quién no ha pensado alguna vez, en lo que habría sucedido si la historia con ese gran amor del pasado se hubiera logrado? ¿Quién no ha sentido que su alma vibra al escuchar una voz que le evoca un tiempo y un espacio que se creía perdido? ¿Quién de repente no añora esa parte de un ayer que cree que no completó su ciclo? ¿Quién no ha tenido la disyuntiva en su vida de elegir entre el deseo y la razón?

Eliseo Dumas, un viejo y queridísimo conocido, se topa con estas cuestiones, cuando de un momento a otro, una llamada de su madre le rompe el esquema perfecto que hasta ese momento era su vida. Él, un ser libre, dedicado al deporte, alpinista profesional y próximo a escalar el Manaslu, la octava montaña más alta del mundo, cambia de destino y de decisiones, al elegir estar junto a sus padres, en un momento crucial en que necesitan de su compañía y su apoyo.

En ese regreso, que le cambia los esquemas de su vida, se topa de nueva cuenta, con Ana Novak, quien fuera su gran amor dieciocho años atrás, y hermana de su mejor amigo Érik, muerto en una de sus tantas escaladas. Y es verla y sentir que todo ese pasado se le viene encima con recuerdos, con anhelos, con deseos no satisfechos y aún palpitantes. Es recordar el sabor de su boca y el olor de su pelo, pero sobre todo, es volver a ver esos “ojos color miel de mirada interminable”.

Pero también aparece en su vida, Martina Stewart, el brazo derecho de Franco, su padre, en la empresa. Con ella empieza una animadversión que no le permite sentirse pleno, hasta que deciden darse una tregua, simplemente por el bienestar de su padre. Y es darse el permiso para que la pasión los domine, cuando se presenta la encrucijada en la vida de Eliseo.

Ana también se encuentra en un dilema entre el querer y el deber. Entre la razón y el corazón. Entre lo que fue y lo que puede ser. Entre Eliseo y su familia.
Pero es la verdad del corazón, quien termina decidiendo. Y aquel gesto de eterno amor y generosidad desmedida que Eliseo tuvo para Lara Assai y Calixto Perseo, se le ve devuelto con el mismo sentimiento y el simbolismo de mil grullas de origami.

Los personajes secundarios, son de tal importancia y con historias tan bien estructuradas y elaboradas, que bien podrían ser protagonistas: Carolina y Álvaro, Sofía y Patricio, Pilar y Rodrigo, Lucas y Abi, y especialmente Franco y Ema, nos llevan a vivir entre lágrimas, sus vidas, sus dolores, sus miedos, sus pasiones, sus sueños más intensos, sus luchas, su odio, sus celos, pero también el amor, la entereza, la fuerza, la razón, la integridad y la paz hasta el último momento. Entretejiéndose sus vidas de una manera exacta, y estando cada uno en la vida del otro, en el momento justo que debía estar.

Son historias de vida, que de una u otra manera “te tocan”, porque las has vivido en primera persona o conoces a alguien pasando por lo mismo o similar. Es tener nervios, vivir emociones, sentir el dolor lacerante, es luchar por encontrar lo anhelado, el jamás darse por vencido a pesar de que todo indica que es imposible. Es la discordia del corazón con la cabeza. La entrega generosa y desinteresada. Es el amor a manos llenas, es el pasado queriendo tomar riendas en el presente, y es el futuro haciendo señales para que las cosas finalmente tomen el sendero que deben de tomar.

Con una pluma sublime, llena de poesía que plasma sentimientos. Con frases y momentos que cortan el aliento. Con la dosis exacta entre romance, erotismo, pasión, deseo, sueños, anhelos, que hacen mover las entrañas y estrujar los corazones.

Son tantas las emociones que se viven con esta historia.
Son tantas las interrogantes que surgen al leerlo. Tantos  los recuerdos que en tropel se vienen a la cabeza en diferentes situaciones que se están leyendo. Es un traer al presente, tantos momentos del pasado que se creían enterrados.

Es sentirte en muchos, muchísimos momentos Ana Novak, en otros más Martina. Es revivir con lágrimas la historia de Carolina. Es amar a Franco y a Ema como a unos padres.
Pero sobre todo, "Laberinto del alma" es una historia que habla de la importancia de saber "Elegir"... para bien o para mal.

Personalmente, la mejor historia de Laura. La más conmovedora, la que revuelve más sentimientos y te hace sentir vulnerable.
Es de esas historias que llegan, y llegan para quedarse en el alma, liberando al mismo tiempo esos laberintos en los que quizá se haya caído.

¡Gracias querida Laura por este libro!

Gracias por crearle su historia a Eliseo, la merecía con creces. 
Gracias por Ana Novak, por su integridad y su mirada interminable. 
Y gracias por darle vida a Franco, ese padre amoroso, inteligente, sabio, íntegro, luchador, y fiel a sí mismo hasta el último momento.
Gracias por dedicarme un espacio en tus agradecimientos, que ahora ocupan un espacio eterno en mi alma.
Gracias por el abrazo, las miradas, los sueños compartidos, los mensajes diarios, por el infinito que nos une…y por todo lo que venga.


“No hay riesgo de olvido”.