jueves, 24 de noviembre de 2016

"Las flores que vieron las sombras"...la sobreviviente de las "Susanas de ojos negros".

"Hay treinta y dos horas de mi vida que me faltan.
Mi mejor amiga, Lydia, dice que imagine esas horas como si fueran ropa vieja en el fondo de un clóset oscuro. Que cierre los ojos. Abra la puerta. Mueva las cosas de lugar. Que busque.
Hay cosas que preferiría olvidar. Cuatro pecas. Ojos que no son negros sino azules, bien abiertos, a cinco centímetros de mis míos. Insectos mordisqueando una mejilla suave y tersa. La grava en mis dientes. Esas son las cosas que recuerdo.
Es el día que cumplo diecisiete años y las velas de mi pastel están encendidas.
Las llamas pequeñas parpadean, me piden que me apure. Pienso en las Susanas de ojos negros, recostadas dentro de cajones de metal helados. Por más que me talle, sin importar las veces que me bañe, no puedo quitarme el olor".

Hace 20 años, Tessa Cartwrigt, es encontrada prácticamente muerta, junto a los cuerpos de otras dos chicas, en un campo de Texas. Se le conoce como "la sobreviviente de las Susanas de ojos negros", debido a las flores del mismo nombre, que crecen en verano, y debajo de las cuales el psicópata había enterrado a sus víctimas.

El libro está dividido en tres partes, y es narrado en dos etapas diferentes: en 1995, donde encontramos a una "Tessie" dañada por los sucesos vividos, con una laguna mental de 32 horas, y siguiendo una serie de ayuda terapéutica para recobrar esa parte de su historia. Y en la actualidad,vemos a una Tessa con 36 años y una hija adolescente, Charlie,  que ha conseguido salir adelante con su vida. Aparentemente, ella es una mujer normal, trabajadora, madre entregada y buena vecina... pero en su cabeza no dejan de hablarle "las Susanas".

Están a escasos días de ejecutar al responsable de dos asesinatos y su "casi muerte", cuando de pronto aparecen sembradas en su jardín "nuevamente" unas "Susanas de ojos negros", con lo cual Tessa está segura que Terrell Darcy Goodwin es inocente, y será ejecutado de manera equívoca, por un testimonio erróneo brindado en el pasado.

Junto al abogado William James Hastings III, Bill para ella y los amigos, y la doctora Joanna Seger, empiezan una búsqueda intensiva para tratar de hallar pruebas, recuerdos, momentos, que puedan demostrar la inocencia de Terrell, y salvarlo de la muerte.

Y es así, entre pasajes del pasado y del presente que conoceremos a todo lo que se tuvo que enfrentar Tessie, y todo lo que vive Tessa en la actualidad para recuperar esas 32 horas perdidas, que son las que pueden demostrar la inocencia del hasta ahora culpable...¿Pero, realmente será inocente?...y si lo es, entonces, ¿quién es el asesino?

Al principio confieso que me costó engancharme con la historia. Eran muchos datos y situaciones, que no lograban decirme nada. Pero es por la mitad, cuando la historia comienza a fluir, y correr de una manera vertiginosa. Con capítulos cortos del ayer y del hoy, que empiezan a desenterrar momentos, objetos, recuerdos para que Tessa pueda llegar a recuperar esas horas catapultadas en su mente.

Con personajes secundarios ricos en matices, bien descritos, con personalidades claras y definidas, y quienes dan el soporte magistral para que Tessa se luzca, tanto en el ayer, como en la actualidad.

Con giros en la trama que nos hacen dudar de todo y de todos, y con un final que no se espera bajo ningún aspecto, y que quizá sea un poquito precipitado, pero sin perder el ritmo y cadencia de las últimas páginas que se leen de un tirón.

Primer libro que leo de Julia Heaberlin, y me dejó un muy buen sabor de boca.
Un muy buen "thriller" para quienes gusten de este género literario.






domingo, 6 de noviembre de 2016

"El silencio de la ciudad blanca"...un thriller ALUCINANTE.

"Cuando el que se pone a matar en cadena es un puñetero genio, solo puedes rezar para que tu bola no salga del bombo dorado y el niño de turno no cante tu número con voz temblorosa".

En la ciudad de Vitoria empiezan a suscitarse una serie de asesinatos del mismo “modus operandi” que 20 años atrás. Un asesino anda suelto, causando locura y terror en la ciudad.
En aquel entonces, el verdugo mantuvo en jaque a la policía. Cuatro asesinatos dobles, siguiendo un mismo patrón y un ritual específico y marcado. En el pasado, se dio con el culpable: Tasio Ortiz de Zárate, famoso y reconocido arqueólogo de la localidad, quien es capturado por su gemelo Ignacio, agente de la policía.

Tasio está a unos días de recibir su primer permiso para salir de la cárcel… cuando estos nuevos crímenes, vuelven a cimbrar a la ciudad, por ser una réplica de los de antaño. 
Ortiz de Zárate es señalado de nueva cuenta como culpable, a pesar de estar encerrado.

Unaí López de Ayala, inspector experto en perfiles criminales, es quien se encuentra a cargo de la investigación. Se obsesiona con poder prevenir los asesinatos antes de que éstos ocurran. Conocido como Kraken desde jovencito, lleva el estigma de la tragedia personal sobre sus hombros.
Junto con Estíbaliz Ruiz de Gauna, su compañera, amiga, y especialista en victimología, y la nueva subcomisaria Alba Díaz de Salvatierra, se ven atrapados en un torbellino entre las festividades de Vitoria, la tensión por  los acontecimientos, y situaciones extraoficiales que se les escapan de las manos, volviéndolos vulnerables.

Unaí, o Kraken, es la voz cantante de la historia. Narra en primera persona, intercalándose capítulos de sucesos del pasado descritos en tercera persona, y mediante los cuales conoceremos circunstancias específicas e importantes entre doña Blanca de Antoñana, Javier Ortiz de Zárate y el Doctor Álvaro Urbina, que son claves para el desarrollo de la trama en el presente.

La ciudad de Vitoria lleva un peso primordial. Es tan protagonista como Unaí. Nos lleva de la mano a adentrarnos en sus calles, conocer sus monumentos, su gente, sus leyendas y sus vivencias, de forma tan maravillosamente detallada que sentimos que conocemos el lugar y hemos caminado por sus vías.

Los personajes son interesantes, bien definidos, con una psicología bien estudiada e implantada en cada uno. La relación entre ellos es magnífica: Esa hermandad que se respira entre Kraken y Esti. La química que exudan Unaí y Alba cuando comparten espacio. La dependencia casi enfermiza de los gemelos, a pesar de estar separados.

Es un apasionante thriller que te mantiene atrapado desde un prólogo que causa expectación, y que va “in crescendo”, llevando al lector en una vorágine vertiginosa página tras página.

A pesar que no soy muy afín a la novela negra, este libro me mantuvo “al filo de la butaca” durante todo su desarrollo. Sigo alucinando con la trama y sus personajes.

Ha sido un verdadero placer descubrir a la escritora Eva García Sáenz de Urturi.
Sin temor a equivocarme, diré que “El silencio de la ciudad blanca” está dentro de los cinco mejores libros que he leído este año, y seguramente en mucho tiempo.

Te aplaudo de pie querida Eva, y esperaré ansiosa la historia de Kraken 2.
Desde este momento, cuéntame entre tus más fieles lectoras.