viernes, 28 de septiembre de 2018

"Aquí hay dragones"... Hic sunt dracones

"De haber sido la nada, pasó a sentirse el todo. Había sido río y ahora era el mar".


Mariyana Huseinovic es una mujer marcada, dolida, lastimada, vejada... impedida para amar. Para dejar atrás ese pasado y renovarse, se transforma en "La Diana", una soldado de élite. Una mujer fuerte, valiente, inteligente, preparada, intuitiva. Que pelea al tú por tú con cualquier hombre en batallas cuerpo a cuerpo, y que sabe manejar armas de todo tipo, incluyendo las más sofisticadas. 

En un marco histórico posguerra de Los Balcanes, con el dolor lacerante del genocidio perpetrado en Srebrenica y corriendo el año 2000, es que nos adentramos en esta historia interesante y voraginosa, llena de suspenso, aventura, amor y perdón.

Como miembro de L'Agence, su trabajo, y por promesas realizadas, es que "La Diana" debe viajar a Bosnia. Sí, a ese lugar en que habitan los dragones que le comprimen el alma. Debe adentrarse a investigar una mafia que delinque y que nos hará inmiscuirnos en temas tan truculentos como el tráfico humano, la pedofilia, la manipulación genética, alimentos transgénicos, organismos internacionales corrompidos... manejo de armas, y desarrollo de vida en situaciones extremas. 

Y es en ese momento que "La Diana" utiliza un medio sencillo y brillante para que en primera persona nos haga conocer su pasado durante el cautivero en Rogatica. Una historia que es íntima, precisa, explicada con el más mínimo detalle, dolorosa hasta las lágrimas, desgarradora y desesperante. Nos hace adentrarnos en ese ayer de pérdida de inocencia, inmenso sufrimiento y deseos imperativos de venganza.

También en este viaje, donde todo se va complicando y haciéndose cada vez más difícil, es que aparece "Él". Un ser especial, diría que único en su especie. Decir su nombre sería desvelar una parte crucial de la trama... La importancia de éste, la debe descubrir cada lector cuando se sumerja en esta historia cautivadora...Pero "Él" gusta... ¡¡Y gusta mucho!!
Su personalidad, su temple, su carisma. A lo que se dedica, lo que le gusta hacer, lo que ha vivido, conocido, sufrido y experimentado, lo hacen ser la persona idónea que con su aura especial confluye con la de Diana, y se transforma en el bastión para el alma atribulada que ella posee. Siempre a su lado, pero jamás opacándola ni haciéndole sombra.

Entre el caos, la oscuridad, el miedo oculto por los dragones del pasado que se quieren colar en el presente por cualquier resquicio... el cruce de una mirada, hace que se reconozcan en el aquí y el ahora.
Y a pesar de lo rápido que pueda parecer su "romance", también es entendible que en momentos caóticos, los tiempos son otros, y se deben aprovechar por no saber cuánto pueden durar. El erotismo utilizado es maravilloso. Sútil, cuidado, detallado... tan sensible que se puede sentir. Tan íntimo que hace que la piel se erice. Tan sublime que vivimos en primera persona lo que ellos están viviendo.

Los personajes oscuros son varios. Traicioneros, ambiciosos, asesinos, corruptos, pero hay uno, uno que es el antagonista por excelencia. Despreciable, malvado, asquerosamente maldito, sádico... ¡Pero real! Oscuro y perverso. Frío, vacío, desgraciado, brutal. Un ser endiablado con el poderío que le daba el saberse "el señor del Drina"... ¡Pero real!. Y a pesar del odio y repulsión que llega a generar, es un personaje riquísimo en matices y en contenido.

Hay otros personajes que son bondadosos, que acompañan, que ayudan y no abandonan. Llenos de colores brillantes que facilitan y hacen fluir a los protagonistas en su difícil andar.
Especialmente un custodio de luz, que se ama y se agradece su presencia constante.

Es una historia maravillosa en contenido e investigación exhaustiva. Desde el más mínimo detalle que se podría pasar por alto, está considerado para hacerla viable y creíble. 
El entretejido realizado por la escritora es para aplaudirle de pie. Con tantos flancos abiertos y tantísimos personajes con importancia propia... va hilando de manera magistral todas las ramificaciones que se habían presentado en el transcurso de la lectura, hasta llegar a confluir en un punto en común.
Es una historia que llena, mueve y conmueve. Hace vibrar, gritar, llorar... y quedarte en estado de shock y con un nudo en la garganta con el final de esta primera parte.
Era un libro tan esperado, tan ansiado y tan amado desde antes de escribirse... que al menos para mi, cumplió más allá de mis expectativas, y me ha llenado en todos los sentidos.
Y sí, aún queda mucha tela para cortar en la segunda parte de esa vertiginosa novela.

¿La cereza del pastel? Encontrar en segundo plano a Eliah y a Mat en el desarrollo de la trama, como manos amigas tendidas siempre para Diana Huseinovic.

Flor Bonelli... ¡Simplemente, entrañable y maravilloso! 
Simplemente... ¡Gracias por existir !