"La palabra <<siempre>> sonaba cálida; como cálido sonaba <<mi pueblo>> y <<mi hogar>>".
Ellen Trawton, está harta de su vida vacía, fría y monótona en Londres. Hastiada de su familia estirada y aristocrática, escapa de todo de un día para otro.
Gracias a unas cartas que su madre tenía escondidas, huye a Conemmara, Irlanda, y ahí descubre que no sólo tiene una tía- que era quien enviaba las cartas- sino que tiene cuatro tíos más y un montón de primos. Una familia entrañable que de a poco, se le cuela hasta los huesos.
Gente sencilla, afable, trabajadora, sin grandes pretensiones, que habitan en un precioso pueblito irlandés, al lado del mar y a quien preside un viejo faro quemado y en ruinas, que esconde un secreto. Secreto del que todos siguen hablando, aún ya pasados cinco años.
Narrado en tercera persona, e intercalado con las vivencias propias del espíritu de Caitilin, quien vaga aún entre los vivos, por no querer dejar ni a Conor su esposo, ni a sus pequeños hijos.
Conor es un hombre muy oscuro, a los ojos del pueblo, pero la verdad, es que carga una enorme tristeza y desolación a cuestas por la muerte de su esposa Caitilin. La familia de Ellen trata de impedir a toda costa que se relacione con él... Cosa que no es posible.Y cuando ambos se encuentran, gracias a un extravío momentáneo, la química y la electricidad que ambos emanan, es arrolladora. Miradas a hurtadillas, sonrisas breves y palabras tímidas, los llevan a acercarse, a conocerse, a gustarse, y a necesitarse, tanto, como el aire para respirar. Ese primer encuentro entre ambos, no los deja indiferentes.
Ellen es la luz que se había apagado en Conor. Ella le devuelve la alegría, las ganas de ser y de estar de nuevo.
"- Pero tenías los ojos llenos de lágrimas y la cara toda colorada, y parecías tan perdida y asustada... Intuí que te habías cruzado en mi camino por alguna razón.
- ¿Y qué razón crees que pueda ser ésa?
- Ser un rayo de luz en mi mundo de oscuridad".
Personajes entrañables, con personalidades bien delineadas y definidas. Cada uno tiene importancia y peso en la historia. Cada uno carga un equipaje especial, que enriquece, abona y enaltece la trama. Todos son importantes, nadie sobra.
Los secretos de familia, el misterio, la pérdida, el dolor, el rencor, las confesiones y el perdón, son también elementos vitales y protagonistas de esta bella historia.
Nos enseña que el llamado de la sangre, siempre impone. Que no importa cuánto tiempo tengas de conocer a una persona, si ésta se introduce en tu alma, te hace vibrar y soñar. Demuestra que cuando hay amor...Todos los errores se pueden perdonar, todo un pasado doloroso, se puede reponer y empezar de nuevo. Y juega con la posibilidad, de que un espíritu oscuro, lleno de odio y de venganza se redima y con luz propia, pueda avanzar al paraíso.
Poco a poco, el misterio de ese faro se va desvelando. Poco a poco, las cosas vuelven a su sitio. Poco a poco el amor, es quien guía y preside la vida de todos y cada uno.
En un principio, Ellen huye escondiéndose de su familia... Y lo que descubre en ese pueblito irlandés, es a la familia que le cambia la vida para siempre.
Santa Montefiore, nos sumerge en un mundo especial. Llegamos a sentir la brisa marítima y el frío de Conemmara. Nos asomamos a la ventana, y podemos vislumbrar ese faro entre la niebla. Podemos sentir el calor que emana una familia reunida en una pequeña cocina. Ansiamos el abrazo cálido de esa tía que no conocíamos, y que llega a ser parte vital de la existencia. Esperamos cada noche a Oswald, el vecino, quien viene a cenar y jugar cartas. Queremos ir al "Pot of Gold" y tomarnos una cerveza y cantar junto a Dylan. Observamos a los lejos el castillo de Conor. Nos acostumbramos a la presencia del perro, el cerdo, el pájaro, el burro y la llama. Y podemos ver claramente esa mirada azul profunda e intensa de Conor, perdiéndose en los ojos marrón chispeantes de Ellen, mientras nos estremecemos al mirarlos.
Un libro hermoso con una historia preciosa, de lectura ágil e interesante. Desde la primera página atrapa y encanta. Y cuando Conor Macausland hace su aparición, sencillamente, intriga y seduce.
Enamorada desde ya, de la pluma maravillosa de esta escritora británica, que pasa a convertirse en una de mis favoritas.
¡Gracias Santa Montefiore!