Camila Pérez
Gaona, está viviendo uno de los peores momentos de su vida. Después del quiebre
de la empresa de su padre, deben mudarse a un barrio viejo, dejar su casa
enorme y vivir en una pequeñita y tener que estudiar en un colegio
público.
Éstos son apenas algunos de los cambios que tiene que afrontar una chica "rara", como ella se autodenomina en plena adolescencia. Una chica que es hermosa, pero tiene la mar de inseguridades encima. Una chica inteligente y hábil. Con facilidad para los idiomas. Con gusto para la lectura y los estudios, así como también para la comida y para el descanso.
Camila reniega
de su mala suerte. Odia el presente que se le pone enfrente.
Cuando de
repente, las cosas le cambian prácticamente de la noche a la mañana.
Conoce a su
vecina Alicia Buitrago, que además de psicóloga es astróloga, y que además de
proporcionarle un trabajo diario con una muy buena paga, la adentra en el mundo
de los astros,de los signos, de las cartas astrales, de los ascendentes, de las
disposiciones de los planetas, y del conocimiento y aceptación de su ser, de su
yo, de su ahora y su entorno.
Y al mismo
tiempo el enigmático e inteligente Lautaro Gómez y el popular y flojo Sebastián
Gálvez, le empiezan a hacer caso en el colegio. También se empieza a involucrar
con Bárbara Degener y Lucía Bertoni, las chicas perfectas y populares, pero
huecas del "cole".
Hacer un trabajo en equipo, le cambia la vida a Camila, porque es Lautaro quien le pide que hagan equipo, y de ahí se desencadena una serie de acontecimientos que trastocan su vida y se da cuenta que si no hubiera cambiado de barrio y de colegio, jamás hubiera conocido a Lautaro, y por lo tanto,no sabría lo que es experimentar el primer y verdadero amor.
Un sufrimiento más con la separación de sus padres. Y es Gómez, quien la sostiene, quien le dá la fuerza y el entusiasmo para no decaer, así como Alicia, explicándole el papel de los signos y planetas en todos esos movimientos de su vida.
Ese primer amor que así como te hace descubrir las mieles, también te hace experimentar las hieles,al descubrir secretos, e imaginar cosas, haciendo que nuevamente ese mundo de inseguridades, de dudas, de temores, regresen a un alma temerosa, y presa del dolor y de los celos, se empiece a alejar del amor de su vida, haciendo que el típico escorpiano se cierre, y con su faz inmutable, haga de cuenta que no pasa nada, aunque por dentro, esté igual de deshecho.
Los malos entendidos siguen su curso. No dan tregua. Nada se aclara.
Un concurso, unos anónimos, una enfermedad, una relación para crear celos, un viaje de estudios a la sierra Argentina, un accidente... Lautaro como héroe rescatando no sólo a Camila, sino a Gálvez...
Finalmente
hablan, con el corazón en la mano. Se sinceran en esos momentos en que se
encuentran perdidos y alejados. Se quitan caretas, se despojan de miedos, de
celos, de temores, y se dan cuenta del hermoso tiempo que han perdido por no
haber hablado y por no haber confiado uno en el otro.
Esos momentos de
pérdida, de no saber cómo serán rescatados...también sirve para que Josefina y
Juan Manuel Pérez Gaona, se den una segunda oportunidad en sus vidas, al
volverse a unir en la búsqueda de su hija Camila.
Finalmente el amor triunfa, y ellos permanecen juntos. Todo vuelve a su cauce, y las cosas fluyen como deben de ser.
Gálvez cambia al
darse cuenta del gran amor que sus amigos se profesan. Las huecas tendrán que
aprender a base de golpes que la vida es más que caras y cuerpos lindos, y las
nuevas amistades tienen cabida en un nuevo año escolar en sus vidas.
Una historia muy dulce, muy sencilla y atrapante, como todo lo que sale de la pluma de Florencia Bonelli.
Y aunque es
juvenil, puede atrapar a cualquier adulto que lo lea. Nos remonta a los 16
años, y hace que recordemos esa edad mágica y nuestro primer amor.
Hermoso fue descubrir que Camila Pérez Gaona leía "El amante diabólico" de Victoria Holt, que forma parte de mi biblioteca.
Como siempre...¡Una genia la Bonelli!... ¡¡Quiero un Lautaro Gómez en mi vida !!