“El parecía un lobo entre ovejas. O algo peor, se dijo Lea. Un ángel caído entre devotos creyentes”.
Después de la tragedia en la que muere su primera esposa, Clifford Ellis se vuelve un ser oscuro, taciturno, serio, y sin ningún deseo de volverse a enamorar. Pero su título de duque, lo obliga a buscar una nueva esposa, para dar así, un heredero a Hallcombe House.
En una fiesta conoce por ,azares del destino, a Eleanor McKenna, a quien imagina sumisa, tímida y callada, y por esa razón, decide contraer matrimonio con ella…a pesar de ser nieta de Dauly McKenna, el hombre más odiado por su querida abuela.
Lea no desea bajo ningún aspecto casarse con Cliff, porque ha escuchado cosas terribles acerca de él, pero su padre no le da otra opción, y ella ya casada, debe viajar al castillo. Pero la verdad de las cosas, es que está obnubilada por el duque, de una manera que ni ella misma entiende. Una mezcla de temor y deseo.
El duque Ellis tarde se da cuenta, que la señorita McKenna es todo, menos dócil . Escocesa de cabo a rabo, con un carácter impetuoso, fuerte, decidido y testarudo… que va doblegando la seriedad y el hermetismo en que había caído la vida de Clifford.
Una fuerte pasión empieza a cernirse entre ellos. Es más fuerte que el miedo y las dudas de Lea, y la decisión a no abrir su corazón del duque. Y mientras eso pasa, el Castillo sigue rodeado de un gran misterio, de sonidos aterradores por las noches, de muertes extrañas, secretos que deben desvelarse, y Eleanor parece ser el centro neurálgico de todo lo que sucede a su alrededor.
Los personajes son entrañables. Tanto Clifford Ellis con esa seriedad, y Eleanor McKenna con su temperamento fuerte y abierto, nos roban el corazón de principio a fin.
La duquesa viuda, abuela de Cliff,es otro personaje memorable, a quien terminas amando.
Es de esas historias que te mantienen en vilo durante toda la lectura, que te hacen sonreír a menudo, y que dejan un sabor en la boca, totalmente agradable.
Como siempre, leer a Nieves Hidalgo es un placer. Sus historias conllevan una mezcla de romance, con intriga e historia. Con una lectura ágil y fluida. Con personajes adorables que se meten en el corazón. Viviendo situaciones tranquilas, hasta que de pronto, el drama se viene encima poniendo los nervios a flor de piel.
Así como Cristina Ríos y Dargo Killmar, Marina Alonso y Carlos Arteche, Elena Zúñiga y Diego Martín y Peñafiel... ahora Eleanor McKenna y Clifford Ellis, se quedan grabados en mi corazón y se han apropiado de un pedacito de mi alma...ahí donde guardo a esos personajes entrañables que me hacen vibrar.
¡Gracias querida Nieves por otra entrañable historia!
¡Gracias querida Nieves por otra entrañable historia!