"-Papá dice que tú no estás loca, pero que no eres como las demás personas, que eres especial y única. Y tiene razón, Laurel. No hay nadie como tú".
Laurel Kirkeby era diferente. Siempre lo fue, así nació.
La llamaban "loca", y ella les creía, a pesar de ser la vizcondesa de Colvile.
Rechazada por todos, incluyendo a su madre, su hermana Clementine y su marido Aldous Tame- vizconde de Colvile, quien sólo se casó con ella por conveniencia mutua, y para "tapar" apariencias.Sólo Gretty - la loca de Gloucester-, su nana, y su hermana Becky, la querían y protegían a su manera.
De temperamento egocéntrico, déspota en ocasiones, con la inocencia de una niña y una fuerte tendencia a la inadaptabilidad a las normas sociales, Laurel sólo encontraba solaz en el bosque donde vivía su nana. Ahí era libre de hacer y ser lo que quisiera. No debía rendir cuentas a nadie.
Un triste acontecimiento familiar la cimbra en su yo más interno, y el ser testigo de un crimen, la ponen en el ojo del huracán. De pronto se ve amenazada de ser internada en un manicomio. Su sentido de supervivencia la arrojan a hacer cosas insólitas, llevándola de esta manera a un mundo hasta entonces desconocido para ella, en donde los sentimientos, hasta entonces ignorados, afloran, dando paso así a la verdadera personalidad de Laurel.
En "Marsham House" deja de lado sus títulos, y se convierte en una empleada más, encontrando en el arduo trabajo la manera de sentirse a salvo, y rodeada de gente que la estima, a pesar de también creer que está loca.
Sólo Colin Marsham y su hija Phillipa - Pippa- reconocen el verdadero valor y corazón de Laurel. Para ellos, no era una loca, sino alguien especial,diferente.
Pero...¿hasta dónde es posible confiarle el cuidado de una niña a otra persona a la cual se le considera una desequilibrada?
Sin quererlo, Laurel pone en peligro su presente, su futuro y lo que más ama. Tendrá que enfrentar su pasado, para tratar de vivir en el presente y lograr tener un futuro...
¿Colin y Pippa estarán a su lado, o los perderá para siempre?
Con una narración fluída y sencilla, Alexandra Risley nos lleva a adentrarnos en la Inglaterra victoriana con una historia diferente, con una protagonista "sui géneris" que tiene un pasado doloroso y que teniendo que afrontar la realidad, toma las riendas de su vida para sacar a flote a la verdadera Laurel.
Con personajes entrañables como Colin y Pippa, que al adentrarse en el mundo de Laurel, no sólo le cambian la vida, sino que se la cambian a ellos mismos.
Una gratísima sorpresa me llevé al leer a Alexandra por primera vez. Periodista y escritora venezolana, a quien no será la última vez que la lea.
Un libro que me gustó mucho, por lo diferente de la típica protagonista perfecta.
Una historia sencilla y conmovedora.
Altamente recomendable.