"Hay treinta y dos horas de mi vida que me faltan.
Mi mejor amiga, Lydia, dice que imagine esas horas como si fueran ropa vieja en el fondo de un clóset oscuro. Que cierre los ojos. Abra la puerta. Mueva las cosas de lugar. Que busque.
Hay cosas que preferiría olvidar. Cuatro pecas. Ojos que no son negros sino azules, bien abiertos, a cinco centímetros de mis míos. Insectos mordisqueando una mejilla suave y tersa. La grava en mis dientes. Esas son las cosas que recuerdo.
Es el día que cumplo diecisiete años y las velas de mi pastel están encendidas.
Las llamas pequeñas parpadean, me piden que me apure. Pienso en las Susanas de ojos negros, recostadas dentro de cajones de metal helados. Por más que me talle, sin importar las veces que me bañe, no puedo quitarme el olor".
Hace 20 años, Tessa Cartwrigt, es encontrada prácticamente muerta, junto a los cuerpos de otras dos chicas, en un campo de Texas. Se le conoce como "la sobreviviente de las Susanas de ojos negros", debido a las flores del mismo nombre, que crecen en verano, y debajo de las cuales el psicópata había enterrado a sus víctimas.
El libro está dividido en tres partes, y es narrado en dos etapas diferentes: en 1995, donde encontramos a una "Tessie" dañada por los sucesos vividos, con una laguna mental de 32 horas, y siguiendo una serie de ayuda terapéutica para recobrar esa parte de su historia. Y en la actualidad,vemos a una Tessa con 36 años y una hija adolescente, Charlie, que ha conseguido salir adelante con su vida. Aparentemente, ella es una mujer normal, trabajadora, madre entregada y buena vecina... pero en su cabeza no dejan de hablarle "las Susanas".
Están a escasos días de ejecutar al responsable de dos asesinatos y su "casi muerte", cuando de pronto aparecen sembradas en su jardín "nuevamente" unas "Susanas de ojos negros", con lo cual Tessa está segura que Terrell Darcy Goodwin es inocente, y será ejecutado de manera equívoca, por un testimonio erróneo brindado en el pasado.
Junto al abogado William James Hastings III, Bill para ella y los amigos, y la doctora Joanna Seger, empiezan una búsqueda intensiva para tratar de hallar pruebas, recuerdos, momentos, que puedan demostrar la inocencia de Terrell, y salvarlo de la muerte.
Y es así, entre pasajes del pasado y del presente que conoceremos a todo lo que se tuvo que enfrentar Tessie, y todo lo que vive Tessa en la actualidad para recuperar esas 32 horas perdidas, que son las que pueden demostrar la inocencia del hasta ahora culpable...¿Pero, realmente será inocente?...y si lo es, entonces, ¿quién es el asesino?
Al principio confieso que me costó engancharme con la historia. Eran muchos datos y situaciones, que no lograban decirme nada. Pero es por la mitad, cuando la historia comienza a fluir, y correr de una manera vertiginosa. Con capítulos cortos del ayer y del hoy, que empiezan a desenterrar momentos, objetos, recuerdos para que Tessa pueda llegar a recuperar esas horas catapultadas en su mente.
Con personajes secundarios ricos en matices, bien descritos, con personalidades claras y definidas, y quienes dan el soporte magistral para que Tessa se luzca, tanto en el ayer, como en la actualidad.
Con giros en la trama que nos hacen dudar de todo y de todos, y con un final que no se espera bajo ningún aspecto, y que quizá sea un poquito precipitado, pero sin perder el ritmo y cadencia de las últimas páginas que se leen de un tirón.
Primer libro que leo de Julia Heaberlin, y me dejó un muy buen sabor de boca.
Un muy buen "thriller" para quienes gusten de este género literario.