“Nadie conoce tu peor parte como yo. La padecí -me recordó-.
Y sin embargo te amo profundamente no tanto por conocer la otra parte, la luminosa,
la que siente culpa por su lado oscuro. Te amo como a nadie porque, conociendo
tu parte oscura, te amo de todos modos. Es tu parte oscura la que me permite
medir la inmensidad de mi amor por vos”.
Cósima Facchinetti, es una mujer de 46 años de edad. Licenciada en psicología y
especialista en TEA, (trastorno del espectro autista). Durante su adolescencia
fue víctima de bullying por parte de sus compañeros. Ella vivió 5
interminables años de burlas y acoso. Como adulta ha sufrido pérdidas
importantes que la han llenado de dolor, pero Cosi es un ser de luz. Es
bondad, dulzura y serenidad. Es una mujer sanadora, su mera presencia
ilumina, calma y restaña.
Ignacio Lanz Reuter es un Ingeniero civil millonario, guapísimo y sabedor de su
belleza. Desde jovencito sintió que tenía derecho a todo por el hecho de tener
dinero y ser de una familia de alta sociedad. Y por lo mismo se creyó con
derecho a dañar a quien le había brindado su amistad en aquel verano de 1982.
Y aunque su corazón la amaba, él sabía que ese amor no era posible, ya que
“ella” no reunía los requisitos ni parámetros que le habían marcado como correctos
desde que era un niño.
Creció creyendo que lo merecía todo y que podía hacer lo que
deseara por la sencilla razón de apellidarse Lanz Reuter… hasta que un golpe en
su estructura más interna lo cimbra desde sus cimientos. De golpe y sin
aviso, todas sus creencias, sus parámetros y sus realidades cambian del día a
la noche.
Y será la Lic. Facchinetti, la tía Cósima de su
juventud, quien con su sapiencia, su aura luminosa y la magia que despide por
cada poro, ayude, movilice, sensibilice y cure, poco a poco, no sólo a Nachito,
sino a Lanz y sus otras 3 hijas.
Una hermosa historia contada a dos voces y en primera
persona, lo que nos permitirá adentrarnos a los pensamientos, sentimientos,
miedos y deseos, tanto de Cósima como de Ignacio, de una manera ágil y fluida.
Una novela contemporánea que nos habla del perdón, del amor,
de la sanación del alma y de las segundas oportunidades. De creer en el otro a
pesar del pasado. De amar sin límite ni medida. De darse la oportunidad de
poder ser feliz de nueva cuenta. De no dudar, pese a que las circunstancias
presenten otra cara.
Si bien Ignacio presenta un temperamento insufrible por
momentos, egocéntrico, machista y déspota, el cambio que muestra
motivado por el espectro autista de su hijo y a la presencia, de nueva cuenta,
en su vida de Cósima, es totalmente conmovedor y entrañable.
Con el toque erótico que Florencia Bonelli imprime en
sus obras, esta novela es mucho más que una historia de amor; es un bálsamo,
sana y motiva.
Con unos personajes secundarios tan humanos y reales, como las
hijas de Lanz que son adorables, y Carlitos que representa la
verdadera amistad, esa que se basa en el: “de aquí a la eternidad”.
Y aunque todo lo dicho es lo que a grandes rasgos conforma la
historia, la principal, sin duda alguna, es el tratamiento del espectro
autista, en el cual se nota la intensa investigación que la autora llevó a
cabo. Nachito roba el corazón en cada aparición que tiene en la trama.
Saliendo de la zona de confort que para Flor representa el
escribir en tercera persona, como narrador omnisciente, ésta es una historia
especial, diferente y mágica. Una novela que ha sido un placer leer, disfrutar
y querer.
Y como siempre te digo, querida Flor... ¡Gracias por existir!