"La madera, la suavidad despúes de lijarla y lijarla- y pasarle la mano para comprobar el trabajo- y el aserrín que respiraba molesto le enseñaron a sentir que estaba vivo".
"Ninguno de los dos pensaba, tampoco recordaban que había un mundo fuera de esa miserable piecita de esclavo".
"En las noches de tormenta con los truenos, me doy cuenta de que existo".
Una historia corta desarrollada en los albores del siglo XIX por los tiempos de la Revolución de Mayo en Argentina.
Una niña de sociedad, "tan blanca como la luna y tan rubia como el sol", y un niño negro "comprado" para que cuidara de ella. Clara y Santiago.
Una amistad infantil que crece y se va desarrollando con otros sentimientos diferentes.
Un amor entre dos personas con diferente tono de piel, distinto estatus social, vidas dispares, pero hablando el mismo idioma, compartiendo las mismas miradas, sintiendo los mismos temores de desear algo imposible, algo prohibido.
Una novela que también expone esos secretos de los que nadie habla. De la esclavitud, de la vida que muchos viven sólo para aparentar, de los celos, del papel de la mujer siempre minimizado. Y también nos habla de la búsqueda de la libertad, ya sea de una gran ciudad o de una pobre mujer y un esclavo con anhelos de vivir.
Narrado con una hermosa prosa, con diálogos especiales, sabiendo retratar momentos a través de las letras... es así como Gabriela Margall nos adentra en una historia que gusta y que duele... de aquellos que esperan la lluvia para poder amar, para poder soñar, y poder ser...
¡Me gustó mucho!