jueves, 14 de noviembre de 2024

"Las dos amigas (un recitativo)..."

"Mi madre se pasaba la noche bailando y la de Roberta estaba enferma."

"Al principio no nos caíamos demasiado bien, pero nadie más quería jugar con nosotras porque no éramos huérfanas de verdad con unos padres estupendos muertos y en el cielo."

"-No te lo había dicho, pero mi madre no dejó de bailar.
-Sí. Me lo habías dicho. Y la mía no se puso bien.-"

Un relato breve, que pareciera simple o sencillo, pero contiene una riqueza que invita a reflexionar.

Dos niñas, Twyla y Roberta, de 8 años, pasan cuatro meses juntas en un centro de acogida. Una es blanca, la otra negra: sal y pimienta. A partir de ahí, se cruzarán varias veces a lo largo de los años.

En pocas páginas nos sumergimos en una historia de identidad racial, prejuicios, marginación y algunos traumas del pasado.

La autora nos obliga a intentar adivinar cuál es una, y cuál es la otra. Cada lector interpreta, o presiente, según las pistas que se nos van dejando, y nos deja claro, que aún ignorándolo, más importante es saber lo que cada una siente, piensa, hace, y el cómo se relacionan entre sí.

"Un experimento para eliminar todos los códigos raciales de una narrativa sobre dos personajes de diferentes razas para quienes la identidad racial es crucial", dice la misma escritora, Toni Morrison.

El epílogo, escrito por Zadie Smith, más largo que la misma historia, no tiene desperdicio alguno.

Corto, interesante, y muy bien escrito.