“Si
alguna vez el amor tuvo otro nombre, fue el nuestro”.
Un diario, sí, un diario es
la clave, la unión y el embrollo que se desarrolla a lo largo de esta intensa y
maravillosa historia.
Una historia que nos lleva a
recorrer dos vidas paralelas, la de Alessia y la de Alonza di Pietro, famosa y
reconocida meretriz del siglo XVII.
Alessia viviendo en el
presente un momento desgarrador. Justo cuando sentía iba en un camino sin
retorno, ni luz, ni futuro… es que aparece este diario heredado por su abuela
Ornella. Donde su historia la lleva a ser de cierta manera esa protagonista que
fue Alonza.
Con la ayuda y el trabajo de
Luca Vandelli, reconocido criptógrafo que había trabajado bajo el servicio de
su abuela, se empieza a desarrollar una historia profunda, llena de suspenso y misterio,
con uno y mil acertijos por descubrir e hilar para dar con las claves correctas
que los llevarán a encontrar el tesoro de di Pietro.
Sumergidos en los canales
venecianos, en esta vorágine de turistas y de envidias, de secretos, de
desconfianzas y temores… una pasión arrolladora va emergiendo, un amor intenso surgiendo
poco a poco, a la par que Alessia se adentra en ese diario, en esa vida, en ese
apasionante existir y sobrevivir de una mujer que no hizo otra cosa más que
amar con toda la fogosidad y la juventud que tenía… Con todo el dolor por lo
que el camino le restregó en la cara. Con envidias y con odios sin motivos, que
la llevaron prácticamente a un agujero oscuro y mortecino, con olor a podredumbre,
con enfermedad y sangre, con una visión lóbrega y dolorosa… y es cuando la vida
demuestra, que por más oscuro que el ocaso se presente, siempre hay una luz que
denota un nuevo amanecer.
Alonza le demuestra a
Alessia, por medio de sus letras, la fuerza
de una mujer, el arrojo por sobrevivir, el sobreponerse a dimes y diretes de
una época castrante y pérfida. Y que aún a pesar de sus creencias y de su amor
truncado, se puede renacer de las cenizas, haciéndose y rehaciéndose con una
fortaleza de hierro, y una máscara que vapulea a cualquier contrincante.
Le expone que muchas veces
el amor es el motor para salir y seguir, y que aunque no siempre puedan estar
juntos los amantes, nunca estarán separados.
La manera de tejer la
historia entre el pasado y el presente, es magistral. No hay momento de hastío.
Tan intenso es el ayer, como el hoy. Tan profundos los sentimientos del siglo
XVII, como los actuales. Tan pasionales las vidas de Alonza y Lanzo, como de
Alessia y Luca… tan semejantes, tan cercanas, tan sentidas, tan símiles, tan…
La pluma de la autora es
poesía pura. Nos lleva a sentir en carne propia el amor y el dolor de los protagonistas.
Nos hace respirar el aire de Venecia con ese olor a salitre que llevan
intrínsecos sus canales. A ver amaneceres y atardeceres desde El Rialto, y a
sentir que besamos al pasar el Puente de los Suspiros sentados en una góndola.
Con personajes secundarios
de tanto peso y valía, que podrían protagonizar cualquier historia. Muchos
amados y entrañables como Leonardo, Chloe, Concetta y la admirable y valiente
Carla. Otros que sólo al pensarlos se experimenta odio y repulsión como Marco,
Fabrizio, Caterina y Bianca.
Y es llegar a la página 634,
sin saber qué hacer.
Giras las hojas hacia
adelante para cerciorarte que se ha acabado... Se releé lo que marcaste como
especial, si, prácticamente todo el
libro, ese al cual te aferras, abrazas y murmuras para ti misma: Alonza, Lanzo,
Alessia, Luca...
Soy Alonza...pero también
Alessia.
Quiero a Luca, pero Lanzo me llena de ternura.
Amé la Venecia del siglo XVII, pero también me sumergí en la contemporánea. Jugué a ser critógrafa y detective... y sentí en carne propia las alegrías, pasiones y vicisitudes de ambas protagonistas.
Quiero a Luca, pero Lanzo me llena de ternura.
Amé la Venecia del siglo XVII, pero también me sumergí en la contemporánea. Jugué a ser critógrafa y detective... y sentí en carne propia las alegrías, pasiones y vicisitudes de ambas protagonistas.
El cariño inconmensurable
que tengo hacia Lola no me ciega. Soy objetiva y creo haberlo sido siempre, y digo
de corazón que si el Lobo la catapultó al mundo, "Meretrice" la
consagra en la liga de las grandes... una gran escritora con una pluma sublime
y mágica.
Es increíble lo que ha
logrado con esta historia.
El libro, los cuatro protagonistas, Venecia, los acertijos, y tantos detalles más en los que no quiero ahondar por respeto a quienes no lo han leído, se quedan grabados a fuego en mi alma.
Sin duda su mejor obra.
El libro, los cuatro protagonistas, Venecia, los acertijos, y tantos detalles más en los que no quiero ahondar por respeto a quienes no lo han leído, se quedan grabados a fuego en mi alma.
Sin duda su mejor obra.
Seguiré navegando por los canales venecianos, es un libro del que no se puede desprender fácilmente.
¡Gracias Lola! ¡Gracias por
Meretrice!
"Deje
campar aquel lobo hambriento que me dominaba, más allá del temple de la
contención, de la esclavitud de aquel deseo que me prensaba cuando lo tenía
cerca, sumiéndome en una hipnótica bruma azul, y fui tras las huellas de
aquella necesidad, ansiosa por colmarla en su boca".