"28 Días"... Para descubrir ¿qué clase de persona quieres ser?

"Nunca me había sentido tan orgullosa como en ese momento en el que esas banderas ondeaban con la suave brisa primaveral y cientos de judíos se regocijaban. Siempre había pensado que la historia de Masada hablaba de que los judíos habían sufrido una muerte digna.

Me equivocaba: hablaba de vivir en libertad. Habíamos echado a los soldados; el gueto era nuestro. Quizá sólo por una noche. Pero éramos libres. ¡Y así seríamos durante el resto de nuestra vida!".

"Mira" es una joven de 16 años, judío-polaca que vive en el gueto de Varsovia, y es quien nos lleva a vivir, sufrir, luchar y sobrevivir en esta historia de vida. De su mano conoceremos, aún más, las atrocidades y crímenes imperdonables que los nazis cometieron contra el pueblo judío.
Ella trabaja como estraperlista, - contrabandeando alimentos-, para poder llevarles algo más de alimento a su madre y a su hermanita Hannah de 12 años.
Daniel su novio vive en el orfanato tras haberse quedado huérfano. Es un joven pacífico y bueno, que no está de acuerdo en las actividades de su novia.

En el gueto, no sólo se debía cuidar de la SS, sino también de los mismos judíos que trabajaban en la policía buscando así salvar su pellejo,y que a veces eran peores que los nazis.

Al experimentar el hambre, el frío extremo, el miedo, la desesperanza, y la impotencia. Al perderlo todo de un momento a otro por acontecimientos brutales, es que finalmente y contra todas sus creencias y escepticismo, se une a la Resistencia, un grupo de 1200 judíos, en su mayoría jóvenes entre los 13 y los 29 años, que organizan un levantamiento contra los nazis, resistiendo estoicamente contra el máximo poderío de esa época durante 28 días. Se da cuenta que no es matar por matar, o por venganza... es matar para sobrevivir... para lograr tener un día más en las manos.

Ahí se vuelve a encontrar con Amos, un joven que anteriormente le había salvado la vida mediante un beso que le cambia los esquemas, y sus sentimientos. 
Saben que cada día puede ser el último. Que cada mirada, suspiro, beso o balazo, puede ser la última cosa realizada en este mundo. 

A pesar del júbilo por el que van pasando día a día de supervivencia, Mira siempre tiene en su corazón un remordimiento que le duele... sigue viva, mientras otros no lo pudieron lograr.

Una historia de ficción basada en hechos reales. Escenas que conmueven hasta el llanto, otras que te dejan el corazón adolorido, unas más que hacen esbozar una sonrisa.
Aquí no hay héroes, sólo seres humanos que no quisieron dejarse arrastrar por la apatía, el miedo, el desánimo o el fatalismo. Personas de carne y hueso que sabiendo que iban a morir, decidieron tomar las riendas de su vida, y si era necesario morir lo harían, sí, pero peleando hasta las últimas consecuencias.

Una historia intensa y bien narrada. Dolorosa, pero esperanzadora. Cruda, real y conmovedora. Jóvenes valientes que lo dieron todo por un poco de libertad y supervivencia.

Primera vez que leo a David Safier, y segura estoy que no será la última.
Una historia que recomiendo para quien guste de leer. Porque es un libro que vale la pena leerse. 

"La mujer en la ventana"... Cuando ves algo que no deberías haber visto.

"Como doctora, yo digo que quien la sufre busca un entorno que pueda controlar. Ese es el punto de vista clínico. Como sufridora (y ese es el sustantivo exacto), digo que la agorafobia no sólo ha devastado mi vida, sino que se ha convertido en ella".

Anna Fox en una mujer confinada a su casa. Vive en un barrio residencial de Nueva York.

Lleva casi un año sin salir de ahí. Doctora psicóloga que sufrió un traumático suceso que la llevó a padecer una terrible agorafobia, - un temor obsesivo por los espacios abiertos o al descubierto-.

Su vida transcurre dentro de esas cuatro paredes que le ofrecen la seguridad y calma que necesita. Su día a día se basa en ver películas antiguas en blanco y negro, "chatear" con desconocidos a quienes trata de brindar su ayuda como psicóloga, jugar ajedrez "online", espiar a sus vecinos a través de las ventanas y del lente de su cámara, beber un "mucho más" de lo que se considera prudente, y mezclar sus medicamentos con el alcohol.

A diario la rutina prácticamente transcurre igual, con algunas pequeñas variantes, hasta el momento que descubre que nuevos vecinos han llegado a su barrio: Los Rusell. Un matrimonio con su hijo adolescente: Alistair, Jane y Ethan. Una familia común, y normal. Como muchas otras. 

Pero todo empieza a cambiar el día que Anna escucha un grito aterrador, y es testigo de "algo" que no debía haber visto. 

Y es a partir de ese momento que la trama se agiliza de manera sorprendente, y todo se desequilibra para la Doctora Fox. Llega un punto en que ya no sabe si es real o producto de su imaginación -mezclada con alcohol y medicinas- lo que ella juraba que había visto. Tiene miedo, ya no sabe en quién confiar, en qué debe creer, y qué es lo debe de hacer.

Mezclando diálogos de las diversas películas que ve, con los acontecimientos diarios de su vida, y haciendo un flashback magistral, intenso y desgarrador, por el cual conoceremos la raíz de su crisis. Podremos sentir en carne propia esa angustia y desesperación que le lacera el alma, y así lograremos ponernos en su piel y comprenderla mejor.

De un ritmo diferente. Lento y extraño al comienzo, pero que de un momento a otro, se hace intempestivo, audaz y por momentos causando escalofríos. 

Y con un final que te deja sin aliento, y para el cual no nos habíamos preparado.

En cierta parte, grité literalmente por lo impactante del momento.

Puede parecer previsible y en ciertos momentos encontrar semejanza con la película "La ventana indiscreta" del genio de Alfred Hitchcock... pero la verdad es que al terminar, nada es lo que habías creído.

Esta historia se convirtió en un bestseller al poco tiempo de su salida al mercado. Es el libro debut del escritor A.J. Finn, y muy pronto saldrá la película que lleva a Amy Adams como la protagonista.

¡Sí me gustó, y la recomiendo para quienes gusten de los thrillers!

"Un café a las seis"... Mucho más que una historia de amor.

"Ahora tengo la oportunidad de romper y empezar de nuevo, de reorientarlo todo. Me queda otra mitad de vida por delante para vivir o para terminar de morir, una de dos".

A sus 42 años, Raquel es una mujer con esposo, hijos, casa y un trabajo. El sueño cumplido para muchas, pero ella tiene un hartazgo en la rutina de su vida.

Junto con su mejor amiga - Lourdes -, está por acudir a una reunión de su generación, ya que cumplen 25 años de egreso. Ella no quiere ir, esa es la verdad. Tiene "miedo" , pero sabe que Lourdes al ser la organizadora, no la dejará faltar por nada del mundo.

Cuando entran al recinto del encuentro... se vienen de golpe miles de recuerdos de aquella época. Amistades que fueron tan cercanas...y no se les volvió a ver. Tantas anécdotas, nombres de profesores olvidados, miles de risas. Las historias que se desconocen de aquellos que fueron tus compañeros. Los puntos suspensivos que quedaron en algunas vidas. El enfrentarte de golpe al pasado, que pudo ser presente y que no lo fue. El golpearte con el ahora y ver que por una u otra razón, los sueños en aquella época, se quedaron en eso... Y en darte cuenta que la vida aún no se acaba y se tienen los medios en las manos para vivirla de verdad. También sirve para conocer si a alguno de ellos le quedó algún pendiente de aquella etapa de sus vidas, porque a Raquel sí. Su asignatura sin resolver tiene nombre y se llama Gonzalo, y es un secreto y un dolor que ha cargado en el corazón por 25 años.

Y es darse cuenta que es "ahora o nunca" para confrontar ese pasado que sigue latente. Y aceptar finalmente que fue real. No lo soñaron. Lo vivieron. Lo recuerdan... y lo siguen sintiendo.

Es enfrentarse y hablar, y dejar que los puntos suspensivos se transformen en un punto y aparte... o determinar que debe ser un punto final. 

Es una lectura que te mueve y te cimbra. Te saca del aquí y el ahora y te manda de lleno a las entrañas del pasado.

Es una retrospección personal profunda, y ser sinceros al reconocer (o no), que en muchos momentos la rutina diaria se devoró nuestros sueños.

Los personajes son creíbles, cercanos. Los sientes como si fueran tus propios amigos. No hay excéntricos millonarios, ni sufridas víctimas. Tampoco un villano que se interponga en sus caminos.

Son 12 capítulos más un epílogo final. Es narrado por Raquel en primera persona de manera ágil y fluída. Alterna su presente, con remembranzas del pasado.

La verdad, nunca pensé que fuera a gustarme tanto, y que me hiciera pensar y moviera tantas fibras internas.

Una novela cortita, muy fácil de leer...pero intensa. Con un tema que al principio no se piensa que dé para tanto... pero lo da.

Y aunque el final puede parecer un poco previsible, lleva un vuelco que no se esperaba.

¡Me encantó! 

Raquel, Gonzalo y Lourdes se quedan grabados en mi corazón.
Un placer enorme haberte descubierto Pilar Muñoz Álamo.