“<<Él lo sabe todo y lo
consigue todo. Él te trae el libro más singular del más olvidado de los
anticuarios alemanes. Es el hombre más capaz en toda Viena y además auténtico,
un ejemplar de una raza en extinción, un saurio antediluviano de los libros>>”.
El pequeño café “Gluck” de Viena, será el escenario y el lugar de Mendel. Sí, Mendel el de los libros. Un hombre solitario que por años asombró a propios y extraños con su memoria, conocimiento y sapiencia.
Por medio de un “flashback”, los recuerdos del narrador nos llevarán a conocer la historia de Jakob Mendel. El hombre de la memoria prodigiosa, que guardó en ella cada libro, cada título, cada precio y lugar donde se podía encontrar cualquier obra que se necesitara.
Olvidó al presente y sus acontecimientos. Ese café y su lectura, fueron la isla idílica y solitaria para perderse en su mundo de letras. Se abstrajo de tal manera en los libros que dejó de atender la realidad del mundo, y ese fue su gran error.
Un personaje especial, inolvidable, que vivió enfocado en disfrutar su gran pasión. Demostrando, con infinita tristeza, cómo se pierden en el olvido las personas valiosas.
Stefan Zweig nos regala otra “noveleta” entrañable. Sencilla, concisa, con su estilo rico en matices, correcto y que despierta los sentimientos más profundos de los lectores. Dando ejemplo de la importancia de compartir la riqueza y valor que se encuentra encerrada entre las páginas de un libro.
Me sigue maravillando la cantidad de cosas que el autor nos cuenta, y todo lo que nos hace sentir en tan pocas páginas.
Impecable, como siempre. Lo disfruté de principio a fin, y lo recomiendo mucho. Se lee es un suspiro… pero permanece.