<<...¡Ah, saberlo! ¡Saberlo al fin! ¡Ese secreto! ¡Si lo entendiera! Si tuviera esa llave que abre todas las puertas, dejaría de ser un niño ante el que todo se esconde y oculta, dejarían de darme largas y de engañarme. ¡Ahora o nunca! Les arrancaré ese formidable secreto>>.
Un triángulo no romántico pero intenso, confuso, en el cual se desatan muchos sentimientos y pasiones: Deseo carnal, confusión emocional, ira, traición, miedo, venganza, resentimiento, vergüenza, arrepentimiento. Así como el despertar de golpe de la inocencia de un niño a una incipiente adolescencia ante los hechos que le abren los ojos al mundo de los adultos.
Zweig es un genio. Es de esos escritores que sabes que continuarán vigentes con el paso de los años, y que seguirá sorprendiendo por la calidad e inteligencia de sus escritos.
Su historia es corta, pero precisa, sin la necesidad de aumentarle algo que sólo perjudicaría la novela.
Construye un ambiente donde la tensión se respira en cada uno de los tres personajes principales, y cada uno por razones personales. Mostrándonos complejidad en eventos simples que se nos exponen de manera convincente. Stefan muestra su inmensa capacidad para mirar dentro del alma y escribir verdades sobre ella.
Otra maravillosa historia de este genio austriaco que cada vez me gusta más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario