"Ahora puedo decir, por extraño que suene, que mientras estaba a su lado, sobre todo cuando el dolor remitía, pensaba en lo bonito que era estar juntos. Incluso en esa situación."
"Se ha consumido, pero para mí sigue siendo el mismo, el más hermoso, el más alto, mi padre."
"Tiene que haber, me decía, una trasfusión invisible de vida del cuerpo vivo al del moribundo."
"A veces se me olvida que no está, y es un momento feliz, cojo el teléfono para llamarle y solo entonces me acuerdo."
"Sí, mi padre era jardinero. Ahora es jardín."
Una oda a su padre.
Un homenaje por todo lo que fue, es y dejó. Donde la felicidad de siempre se une con el suplicio de los últimos momentos.
Una elegía de despedida que duele y descoloca. Donde el dolor físico se vive en primera persona y te atraviesa. Pero al mismo tiempo, una historia que habla de la riqueza de lo vivido, de las experiencias compartidas, del ejemplo personificado, de la belleza de un jardín al cual se dedicó la vida y que queda como memorial para jamás olvidar. Una metáfora maravillosa con la vida: se cosechó, se sembró, y las flores y los frutos quedan para la posteridad.
En sí, no trata sobre la muerte, sino sobre la tristeza por la vida que se apaga, por el dolor inconmensurable al comprender que ya no estará, y que no se puede hacer más, solo acompañar, comprender y seguir amando.
Un incesante canto al amor, al recuerdo, a las vivencias, a la entrega, la devoción, la cotidianeidad de lo sencillo: acostarse junto a su padre a leerle, o simplemente, tomar su mano hasta el final. O recordar frases típicas y esas anécdotas socorridas.
Un libro que duele, pero que ofrece consuelo.
Una historia que conmueve por sus reflexiones, su profundidad, sus pensamientos y el inmenso amor plasmado en cada línea.
Una novela que susurra con dolor, pero también reconforta desde el alma.
Conmovedor, desgarrador, cercano, íntimo, que entristece y emociona al mismo tiempo.
¡Más que excelente!
Me lloré la vida, pero sin duda, de mis mejores lecturas del 2025.
El escritor Gueorgui Gospodínov ha ganado el Premio Booker Internacional con esta historia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario