Gideon Cross y Eva Tramell se conocen por casualidad, y de ahí en adelante, su vida cambia y no vuelve a ser la misma.
Ambos con una belleza y un magnetismo especial que hace que se atraigan como las moscas a la miel. Pero con demasiados problemas anteriores cargados a cuestas. Demasiadas tristezas, demasiado dolor. Un pasado común de violaciones, hacen que ambos se aferren a su amor y deseo, dependiendo totalmente del otro para salir adelante.
En este, al parecer, largo proceso de su historia ,en el que se siente que pasa mucho tiempo y nos adentramos en su pasado y sus oscuros secretos,nos damos cuenta que en un tiempo cronológico, apenas trascurren 3 meses, y eso con boda incluida.
Dos personajes muy intensos,con momentos muy oscuros en sus vidas, con intrigas, secretos, encuentros, desencuentros, pasión desenfrenada, conflictos y mentiras.
Una historia sobrecogedora, donde Gideon y Eva tratan a toda costa que su amor se preserve y perdure a través del tiempo, y a pesar de ellos mismos.
Amando de tal manera, que se llegan a cometer delitos por salvaguardar la vida del otro.
Este quinto libro, es un libro tranquilo, pero de revelaciones importantes. Es un libro que a pesar de las críticas y los comentarios en contra, me gustó. No es de una locura avasalladora, pero sirve para mostrarnos rasgos importantes tanto en Gideon como en Eva.
Es una especie de diario, en el que de manera intercalada, nos van contando no sólo sus hacer, sino su pensar y su sentir. Muestra la evolución y madurez de ambos, especialmente de Gideon. Ambos dispuestos a todo por defender al otro, contra todo y todos. Siendo uno para el otro, esa roca firme en la cual sostenerse para salir adelante.Y con esa pasión ardiente y desenfrenada que existía entre ambos, desde que se vieron por primera vez.
Sigo creyendo que 5 libros fueron muchos, y la historia y los personajes se fueron desdibujando de los dos primeros que fueron increíbles.Creo que quedaron temas inconclusos, y personajes sin cerrar sus historias. Una trilogía, habría sido soberbia.
Aun así, Gideon Cross y Eva Tramell, siempre serán una de mis parejas literarias favoritas. Dos personajes hermosos y luminosos, a pesar de las grandes sombras que abundaban en su interior. Con una de las mejores e inolvidables escenas eróticas jamás narrada. Ese balcón en la playa, será imposible de olvidar e igualar.
Sigo apostando y creyendo en Sylvia Day...
Gideon Cross, siempre será mucho Crossfire.
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