martes, 20 de marzo de 2018

"Luna quebrada"... una nueva luna que nos ilumina.

"Se había alejado, había vivido, y aquel amor del que al principio dudó, ahora volvía por ella. Era el amor verdadero".

Juliana Balcarce ha regresado a su país, Argentina, para estudiar y recibirse como médica. En una época en donde no estaba bien visto que una mujer estudiara, y optara a una profesión antes que al matrimonio.

En su interior aún recuerda a David e Ismael, esos dos hombres que movieron su corazón de diferente manera durante su estadía en Massachusetts, y continuamente se pregunta, qué habrá sido de ellos.

Por azares del destino conoce a Cecilia Grierson, primera mujer médica de la Argentina, quien después de conversar largamente con ella, la invita a hacer unas prácticas como enfermera en el Sanatorio para tuberculosos en las sierras de Córdoba, y donde Juliana pone todo su empeño, su corazón, dedicación y sus cuidados a los enfermos que caen en sus manos, especialmente en Luis Morán, un joven minero tísico, que afronta la enfermedad con valentía y estoicismo, y el cual con su sencillez, toca unas fibras internas que Juliana tenía adormecidas.

Y cuando pensaba que estaba dando vuelta a la página y olvidando al hombre que había hecho que su corazón palpitara, éste aparece frente a ella en una "causalidad divina", aunque en circunstancias completamente diferentes a la anhelada, y ella debe encararlo con profesionalismo y estabilidad, a pesar del dolor que siente y lo que su alma ansía.

Una historia que está enmarcada en las festividades navideñas, y con el espíritu de amor que ronda esas fechas decembrinas. Con muchos detalles de la época, en que la medicina iba in crescendo en la Argentina, pero siempre de la mano de los remedios alternativos que las plantas y las flores ofrecían, aunque no fuera bien visto por parte de los profesionales de la salud.

Una bella historia de amor, superación, vocación verdadera, entrega, dedicación, y en contraparte, podemos vislumbrar también, el cansancio, el desánimo, la tristeza, la enfermedad que va mermando la vida...y hasta los celos.

Todo ésto bajo el halo de luz de la luna serrana, y la magia que envuelve la celebración del nacimiento de Jesús.

Esta segunda luna, me deja con una enorme sonrisa y mi corazón contento.
Una hermosa y sencilla historia, de la mano de una maravillosa escritora.
¡Gracias Glorita por esta segunda parte de la tríada navideña!
¡Gracias por tu cariño, por el regalo, y la dedicatoria que desde ya guardo en mi corazón!
¡Enorme placer leerte😍😍

😍




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