"-Quería que crecierais en esta tierra. Quería envejecer aquí, que me enterraran aquí, y cuidar de los hijos de vuestros hijos. Quería ver ese trigo crecer de nuevo.
-Lo sé
-Pero no tenemos elección. Ya no".
"-Quería que crecierais en esta tierra. Quería envejecer aquí, que me enterraran aquí, y cuidar de los hijos de vuestros hijos. Quería ver ese trigo crecer de nuevo.
-Lo sé
-Pero no tenemos elección. Ya no".
"Se quedaron abrazados, llorando. Dos personas destrozadas; uno de los dos, un mentiroso”.
Anne y Marco son invitados a una cena en casa de sus vecinos inmediatos para celebrar el cumpleaños de Graham, el vecino. Cynthia, la vecina, les pide que no lleven a su bebita de 6 meses porque no soporta sus llantos. A unas horas del evento, la niñera les cancela, por lo que Anne decide quedarse, pero Marco la convence de ir y llevarse el monitor infantil, e ir a verla cada media hora, turnando las visitas.
Después de cenar, y de mucho vino, regresan a su casa encontrando la puerta principal abierta, y se encuentran con que Cora, su hijita, ha desparecido.
A partir de ahí empieza el caos, los policías, detectives, interrogatorios... Sospechosos, todos... libres de culpa, ninguno. Es aquí donde aparece Rasbach, el inspector de policía de gran experiencia, gran aplomo e inteligencia, y quien les lleva un paso por delante a todos.
La trama está muy bien hilada, y camina rápidamente. Personajes reales, con muchas sombras a cuestas, que incluso el cónyuge no conocía. Situaciones, aunque algunas un poco increíbles, pueden pasar.
Es una lectura ágil, sencilla de leer, con capítulos cortos e intrigantes. Nos muestra la angustia de una madre al perder a su hija, la congoja del padre al no saber qué hacer, la presencia de Alice y Richard, padres de Anne, que son el soporte económico cuando la situación lo requiere. Y a un detective muy inteligente, observador, y buena persona.
Un policial interesante, bien llevado, y con muchos vuelcos hacia el final que lo hacen aún mejor. Es una historia donde se sospecha de todo mundo.
Primera vez que leo a Shari Lapena, y sí la volvería a leer porque esta historia me gustó, fluyó, y me entretuvo de principio a fin.
"Y me da por pensar que, si pudiera escoger lo que olvido y cuándo hacerlo, probablemente hoy no me acordaría de ti. No es que crea que perdí mi tiempo contigo, porque no lo hice... es que hace ya mucho insomnio que aprendí que si nunca tuviste es más complicado echar de menos".
Catalina Beltrán es una actriz que ha hecho todos los castings posibles, pero no ha encontrado esa oportunidad que la haga brillar. Así, como tampoco ha encontrado el amor, a sus 30 años.
Vive en una casa compartida con 4 mujeres, incluyendo a Teresa, la dueña del lugar. Mujeres amigas, compañeras, solidarias, trabajadoras. De esas que siempre están para acompañar, para reír, para escuchar, para llorar, para aconsejar o simplemente, para estar.
Un día, Cata en compañía de su mamá, se van a limpiar la casa de su difunta tía Isa... y aparecen unos cuadros, unos preciosos cuadros... ¿Qué pasaría si...? Y Cata, animada por su madre que es una crack, dice sí, albergando la esperanza de tener en sus manos el papel de su vida.
Mikel Avedaño es un artista, un gran artista, quien ha perdido la inspiración de un tiempo a la fecha, y no la encuentra, ni se motiva para hacer sus nuevas creaciones. Es un hombre que enamora desde el principio. Con ese arte que exuda por cada poro. Con su madurez, coherencia e inteligencia. Con esa forma de ser directo, sin dobleces ni engaños. Profesional y entregado a su arte. Ama lo que hace, y le dedica alma, corazón y vida. Se ha enamorado con anterioridad, pero ahora no es algo que le interese. Su mundo, su vida, es... el arte.
Cuando ellos se conocen, chocan, no son compatibles... pero es bien sabido que "incluso del caos, nacen las estrellas". Y es que son tan lindos juntos... ♥
Es una historia contada a dos voces, que se van intercalando por momentos a lo largo de la historia. Así es como conoceremos lo que piensan ambos: Cata y Mikel, sus pensamientos, sus sentimientos, sus esperanzas y sus miedos.
Es una historia, MUY Benavent, que nos interioriza, de manera sorprendente, en el mundo del arte, donde entenderemos la pasión, la entrega, la fuerza y el compromiso por crear y trascender, por dejar huella, por ser alguien.
Una novela con excelentes pinceladas de humor, pero de la misma manera ahonda en el interior de cada uno de los protagonistas de forma brillante. Sin olvidar, obviamente, los momentos eróticos que ya son un sello de la autora.
Un libro que va más allá de las risas que provoca la situación en que Cata se ha metido... Es una historia profunda, intimista, a mi parecer muy personal, la más madura que ha escrito Elisabet. Y con un final tan especial, tan bonito, tan lleno de magia... y un epílogo que es una caricia al alma misma.
Con miles de reflexiones, de pensamientos, de momentos... y sí, con miles de risas y carcajadas, pero también de lágrimas y de sentir con el corazón en un puño.
Y es que si alguien sabe sobre mover los sentimientos, es ella... Elisabet. Tiene ese don maravilloso de hacernos reír en una página, y justo en la siguiente la garganta se nos cierra, y las lágrimas nos desbordan.
Es una historia que tiene la característica maravillosa de transcurrir en un momento post pandemia, y también eso la hace especial y esperanzadora, porque nos da la idea de que el mundo continúa, y nosotros con él.
No se si se ha convertido en mi libro favorito, pero segura estoy que ocupa un lugar en el top 3 de los libros Benavent.
Terminaré diciendo lo que ya casi todo saben... que adoro con el alma a Elisabet Benavent, que ella es MÁS, que ella es ARTE... Leerla, siempre será garantía.
¡Lo recomiendo totalmente!