"La Nena"... Cuando bajas al infierno

 "Cada caso... es como si nos arrancaran un trozo de alma. Llegará un día en que no nos quede nada".

Es fuerte... ¡Muy fuerte! Es realmente brutal.

Elena Blanco, nuestra conocida y querida inspectora, vuelve a la BAC (Brigada de análisis de casos). Una compañera está en peligro, y ella no puede darle la espalda, desea ayudar, necesita hacerlo.

Atrapante desde la primera línea. Llevándonos por un delgadísimo borde entre el suspenso, el miedo, el terror, la angustia, la zozobra. Mostrándonos descarnadamente las peores miserias que existen en ciertos seres humanos, a quienes el apelativo de humanos les queda muy grande.

Hay ocasiones en que el pasado vuelve como un fantasma mortal, desatando venganzas dormidas... que quizá nunca debieron haberse despertado.

Y sí, el averno existe, y como dice Elena: "Si has bajado al infierno no se puede regresar indemne de él".

Si en algún momento pensé que "La Red púrpura" era inigualable y soberbia, no encuentro un calificativo acorde a lo que se merece "la Nena". Y aunque es una historia BESTIAL, es imposible soltarla y dejar de pensar en ella.

Sus personajes están perfectamente trabajados, son tan ricos en matices, tan imperfectos como humanos, tan carismáticos, tan expresivos. Con sentimientos tan reales, que por eso los entiendes.

Una historia que no se puede imaginar o soñar en la peor de las pesadillas posibles. Y además, es una novela que duele... y que no se sale de la cabeza.

Carmen Mola es una genialidad. Estos tres autores que se amparan bajo este pseudónimo, son una maravilla que traspasa el papel. La conjunción de sus plumas, de sus ideas, de sus oscuridades, han dado paso a una trilogía IMPRESIONANTE... aunque ya es un hecho que habrá un cuarto libro para deleitar a los millones de lectores en el mundo.

Oscura, agobiante, dolorosa, terrorífica, sí... pero es una historia enorme.

¡Muy, muy recomendable!

"La red púrpura"...

"El mundo está enfermo de violencia. Hay personas enganchadas a la violencia en cualquiera de sus formas. Y todavía nadie se ha preocupado de conseguir una cura".

¡Qué historia! Tan vertiginosa que no da respiro. Tan impactante que te deja en shock.

La inspectora Elena Blanco, junto con su equipo, se encuentran inmersos en la búsqueda de "La red púrpura". Desean desmantelar esta organización criminal que se esconde en el submundo de la "Deep web", lugar por demás oscuro, y donde este grupo trafica con vídeos de violencia y crueldad extrema. 

Un tema terriblemente sórdido y brutal, que pese a los horrores que se van descubriendo, es tratado con clase e inteligencia sin que se caiga en lo ordinario y corriente. Y complementando con el drama y dolor personal de Elena, que busca con desesperación encontrar y liberar a su hijo.

Conforme se avanza y nos vamos adentrando en la trama, la novela se va tornando más intensa, adictiva, absorbente y abrumadora. Hay momentos que, literalmente, te quitan el aliento.

Cada personaje es tratado con cincel, lo que permite que no exista grieta alguna, y que sintamos en primera persona todo lo que cada uno de ellos vive y experimenta en el proceso.

Si Carmen Mola (Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero) ya me había convencido con "La novia gitana", con esta segunda entrega me deja absorta y maravillada por la calidad de su pluma y su mente tan capaz para crear una historia de este calibre.

Totalmente recomendada. Es una novela negra perfecta, con la dosis exacta de todos los elementos necesarios para conformar una historia espectacular.

De más está decir que ya me encuentro atrapada en la tercera parte de esta maravillosa saga.

"La novia gitana"...

 "«En Madrid se mata poco», le decía al joven subinspector Ángel Zárate su mentor en la policía; «pero cuando se mata, no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo», podría añadir la inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Análisis de Casos, un departamento creado para resolver los crímenes más complicados y abyectos".

Con capítulos cortos que agilizan la historia. Con diálogos inteligentes y descripciones detalladas. Carmen Mola nos lleva a vivir una trama macabra, en donde una brillante inspectora: Elena Blanco, quien carga con el inmenso dolor de un pesado bagaje personal, liderará la investigación del asesinato de "la novia gitana", crimen que replica con exactitud un homicidio perpetrado en el pasado. El equipo de Elena es una mezcla "sui géneris" que se entregan en cuerpo y alma para encontrar al o a los culpables.

Una historia oscura que transcurre en un Madrid actual, donde el bien y el mal se diferencian apenas y con lupa. Una novela policial que engancha de principio a fin. Que corre de manera galopante, sin darnos respiro alguno. Con personajes creíbles, humanos, imperfectos. Donde el deterioro del ser humano es expuesto de manera descarnada.

Tiene todos los elementos necesarios en la justa medida, no le sobra ni le falta nada.

La otrora desconocida Carmen Mola, pseudónimo que resguardara por un tiempo a esta increíble "escritora", quien ha desvelado su verdadera identidad y nos ha presentado a tres caballeros (Antonio Santos Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez) que en sintonía perfecta, escriben bajo este atrapante nombre. 

Primera parte de una GRAN y aclamada trilogía, de la cual ya estoy atrapada en su segundo libro. 

¡Muy recomendable! Atrapa, engaña y sacude al lector hasta sus mismísimos cimientos. 

"Catedrales"...

"Hasta que, un día, recibí un mazazo que me dejó aturdida, desnuda frente al mundo, incapaz de entender qué estaba sucediendo a mi alrededor y sobre todo los porqués; entonces, la incomodidad fue tan evidente que no pude seguir fingiendo una fe que no tenía. Ya no creía en Dios. Lo confirmé en el instante en que me anunciaron que había aparecido el cuerpo sin vida de mi hermana menor, Ana".

El hecho de encontrar, hace ya 30 años, el cuerpo de una chica de 17, da paso a una historia estremecedora, dolorosa, impactante,  que causa enojo, frustración, indignación. Que sorprende como un golpe certero en el estómago, dejándonos sin aire y con un dolor agudo en el corazón.

Narrado en primera persona por cada uno de los personajes, con una prosa atrapante, adictiva, de fácil lectura, y cada voz con un color, un registro y una cadencia particular que nos hace adentrarnos en esta novela, sumergirnos en sus páginas atrapados por los sucesos escalofriantes que se narran, pero también comprendiendo y adorando a personajes, que a pesar de las cicatrices en su alma por la historia vivida, se hacen querer, respetar y admirar por las decisiones tomadas. 

En este libro no vamos a encontrar un thriller, pero sí encontraremos, de una manera brutalmente expuesta, las consecuencias funestas del fanatismo religioso, en este caso el catolicismo, pero es global para cualquier religión. El hecho de querer disfrazar todos nuestros actos bajo la justificante de, "ha sido la voluntad de Dios". Las imposiciones, los mandatos sociales y familiares arcaicos, mal empleados y entendidos. Los silencios y la lejanía que laceran las almas.

Una novela que se devora por su maravilloso desarrollo,  por el entretejido soberbio entre los narradores, y por ese epílogo, que es de una belleza que estremece. ¡Excelentemente bien escrita!

No se puede salir inmune de esta historia. Te deja pensando, sintiendo, recapitulando. Te hace releer algunas frases y momentos. Te deja tan impactada que debes tomar aire lentamente para recuperarte de la lectura. 

Definitivamente esta novela estará dentro de mi top 3 de lecturas en el 2021.

Un inmenso placer leer de nueva cuenta a Claudia Piñeiro, y más con este libro, que a pesar de lo  estremecedor y desolador, es una lectura imprescindible. 

¡EXCELENTE, EXCELENTE libro! 

"Un nuevo corazón"... Una nueva oportunidad.

 "Y es como el abismo en el que he estado sumida tanto tiempo durante todo este año pasado. Es como si Garret se hubiera asomado al interior de mi cabeza y le hubiera dado vida visual".

Una novela ligera y corta, cortísima, con todo el sello característico de Sylvia Day.

De frente nos encontramos con dos personajes fuertes, que después del encontronazo inicial, - literal-, sacan chispas cuando están juntos. Expelen una química tan fuerte, que se palpa desde el primer cruce de miradas, y traspasa las páginas del libro.

Garret Frost es el nuevo vecino de Teagan Ransom, viven en una zona apartada del estrecho de Puget, cerca de Seattle. Ella es doctora, y él un famoso fotógrafo y pintor. Ambos atractivos hasta decir ¡basta!, un cliché en los personajes de la Day, a la cual se lo perdono todo desde que creó a Gideon Cross, y que son permisibles al estar hablando de una novela contemporánea con tintes eróticos.

Pero no todo lo que brilla es oro. Ambos llevan a cuestas un pasado traumático y doloroso, que los marca aún en el presente. No han podido salir adelante, pero deciden aferrarse a lo que sienten y dar un paso juntos cada día. Paso a paso.

Y aunque la novela no profundiza en demasía en la vida de ambos, de a poco se irá desenmarañando ese pasado lleno de secretos y de dolor que los ahoga.

Con un final sorpresivo, que es el desenlace perfecto, en el cual encajan todas las piezas sueltas que había en el rompecabezas. Así lograremos comprender muchas acciones y reacciones, tanto de Teagan como de Garret.

La Day tiene el don de crear personajes, tanto femeninos como masculinos, de antología. De esos cincelados, que sólo existen en sus historias, pero que nos hacen soñar en la perfección. Garret y Teagan son ejemplo de ello, como en su momento fueron Eva Tramell y Gideon Cross, o Alistair Caulfield y Jessica Sheffield.

Roxy, la vecina de ambos y confidente de Teagan, es otra chulada de personaje.

Como cereza del pastel, nos regala hermosos guiños para todas las lectoras que amamos la saga de Crossfire.

Es una lectura sencilla, corta, fácil de leer, y que atrapa. De esas que sirven para desconectar, sonreír y soñar.