martes, 19 de julio de 2016

"Contra el viento del norte" y "Cada siete olas"... un libro maravilloso dividido en dos.

" Pero no se trata sólo de mí. Pienso en tí todo el tiempo, Leo. Ocupas unos milímetros cuadrados de mi cerebro (o de mi cerebelo, o de mi hipófisis, no tengo idea de con qué parte del cerebro se piensa en alguien como tú). Te has establecido allí definitivamente. No sé si eres como el que escribe. Pero con que fueras sólo una parte de él, ya serías muy especial".

¿Qué sucede cuando por error recibes un correo electrónico de una "x" persona,una y otra vez, pues tu correo es semejante al correo de una revista?

Con una reinterpretación maravillosa de la novela epistolar, que mediante correos electrónicos genera esta historia maravillosa.

Dos desconocidos, entrarán así en contacto, haciendo que de unos primeros e inocentes correos de reconocimiento, todos los cimientos de sus vidas, se tambaleen.

Emmi y Leo, empiezan a contestarse tras la equivocación de ella, de querer cancelar una suscripción a una revista. Por la similitud con el correo de Leo, empiezan un interesante y ameno intercambio, donde diariamente se empiezan a conocer y a disfrutar mediante las letras. Es un ir y venir de correos electrónicos, magistralmente escritos. Al no conocerse, y no haberse visto nunca, ambos abren sus corazones y vuelcan en el otro sus pensamientos y sentimientos más profundos. De manera incisiva, mordaz y a veces sarcástica,es Emmi, quien un poco aburrida en la monotonía de un hogar estancado, busca y logra desvelar los aspectos más personales de Leo Leike.

La costumbre se vuelve necesidad. Decir y hacer sin ser visto. La soledad de ambos maximiza el deseo. Lo que empieza como un error, se hace vital para respirar.

"Escríbeme, Emmi. Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente. Emmi, Emmi, Emmi."

Y empieza a surgir esa dependencia y urgencia del uno para el otro, ese vivir más en un mundo virtual que en el real, porque es de esa manera que ellos se tienen. Para ellos, no hay realidad. Esa atmósfera, esa pantalla y el teclado, es su mundo, su verdad, la que cada vez empiezan a necesitar más y más en el diario caminar. Pero aunque ambos lo desean, también los dos tienen miedo de dar ese siguiente paso y conocerse en persona. Miedo de no gustarse, miedo de romper las expectativas creadas a través de unas líneas escritas con perfección. Miedo a no ser lo que el otro espera. Miedo a que las letras se vayan apagando hasta extinguirse.

Encontramos a partir de página tras página, y únicamente mediante correos electrónicos, que es posible enamorarse por medio de una pantalla, a pesar de nunca haberse visto.Y que esa relación irreal, por ser virtual, llega a tener más peso e importancia que lo real y tangible.

Con un final momentáneo cargado de tensión sexual, el libro termina de una manera abrupta y dolorosa, haciendo que de una manera urgente y desesperada, se tome en nuestras manos, la segunda parte, "Cada siete olas"... en el cual, se sigue la misma tónica, tras un lapso de silencio de ambas partes. 

Y es retomar su adicción a sus correos, a su dependencia del otro, a su necesidad de leerse y de sentirse. Revelando secretos que atañen a ambos. Circunstancias que uno no sabia y lo cimbra. Una relación real en el mundo de Leo. Silencios prolongados, ausencias que hieren y lastiman... pero el apremio de tenerse, aunque sea a través de la pantalla, los vuelve a poner en órbita.

Con una prosa maravillosa. Con situaciones expectantes, pasajes, momentos y conversaciones de una belleza que se siente en el alma. Y un final, que... 

"¿Que de qué vamos a hablar? Me da igual. Contémonos experiencias de la infancia. No prestaré atención a la forma ni al contenido de tus palabras, sólo al modo en que las pronuncias. Quiero VERTE hablar, Leo. Quiero VERTE escuchar. Quiero VERTE respirar. Tras un periodo tan largo de estrecha, íntima, alentadora, refrenada, incesante, interrumpida, satisfecha e insatisfecha virtualidad, quiero VERTE durante una hora de una vez, de una vez para siempre. Nada más ".

¡Totalmente adictivos!
Una bilogía que no se puede separar, aunque esté escrita en dos libros.
Diferente, pero sumamente ingeniosa.
Sencilla, pero totalmente excitante y emocionante.
Ágil, fluída, ocurrente, inteligente.
Por momentos angustiosa y triste.
Por otros momentos esperanzadora y feliz.

Amé los dos libros, por separado, y juntos a la vez.
Personalmente,evocadores de una parte maravillosa de mi historia.
¡¡Totalmente recomendados!!





3 comentarios:

  1. Coincido totalmente! Excelente reseña, así se siente al leer estos libros!

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  2. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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