“-Sos perfecta hasta en tus imperfecciones.
Se quedó muda, paralizada por la emoción.
-Sólo te falta algo, Vic. Algo muy importante.
-Ya lo sé…
-Que seas mía. Eso te falta”.
¿Qué hacer cuando el día que cumples 38 años, descubres en tu chequeo habitual que tienes cáncer de mama? ¿Cómo afrontas a la vida sabiendo que podrás morir? ¿Cómo seguir cuando te sientes mutilada, incompleta, fea, sin valor?
Victoria experimenta todo eso de golpe. Un día que debía ser festejo, se convierte en un dolor interno latente que la marcará para siempre.
Agobiada en su mundo y realidad, decide escaparse el día que debía tener su cirugía reconstructiva. Se va unos días a Punta del Diablo, Uruguay, a no pensar, a descansar, a tratar de volver a tener el alma en paz… Pero conoce a Renzo.
Renzo, es un joven 10 años menor que ella. Un hombre guapo, varonil, sexy, seguro, que mueve su mundo y lo pone de cabeza. Y ella sin saberlo, ni desearlo, pone el mundo de Renzo al revés. Aunque él también lleva sobre sí una carga pesada, un secreto del pasado del que se entera y mueve sus cimientos más profundos.
Victoria es casada, y tiene un hijo. Pero es hasta ese momento, cuando conoce a Renzo, y despierta su “yo” interno, que se da cuenta que su matrimonio es una farsa, que su marido la ha engañado una y mil veces, y ella sabiéndolo se ha hecho de la vista gorda… Que su hijo, es un chico genio, y no lo conoce, no tiene interacción con él y su vida.
Renzo llega a Victoria no solo para despertarle sus sentidos, sino para descubrirla mujer a pesar de su mutilación. Él hace que se sienta valiosa, bella, especial. A él no le importa un seno menos, o uno más. El ama lo que ve, lo que siente, lo que ella le despierta. Victoria se deja llevar. Se entrega en sus manos, aun sabiendo que eso no durará. Y es en “El Granizo” que ambos se dan ese permiso ante la vida de vivirse, de amarse, de entregarse, y no tener más información uno del otro.
Pero todo lo bueno, termina pronto. Victoria escapa. No puede permitírselo, es diez años mayor. Tiene una vida. Agradece al destino haber puesto a Renzo en su camino, pero...
¿Y qué si la vida los tiene destinados a estar juntos?
¿Y qué son diez años de diferencia, cuando lo que manda es el amor?
¿Por qué no arriesgarlo todo, por algo que te hace bien en todo sentido?
Una bellísima historia de amor, de entrega absoluta, de superar las dificultades que la vida muchas veces te presenta, de vencer una terrible enfermedad y tomar fuerzas para no desfallecer.
Un libro que habla de darle la oportunidad a segundas oportunidades y dejar de lado los prejuicios de la diferencia de edades cuando la mujer es mayor.
Un libro que habla de ternura infinita. Un libro cargado de erotismo descriptivo, pasional.
Un libro que demuestra que cuando se ama de verdad, se puede renunciar a los propios sueños por hacer realidad los del ser amado.
Una novela que esperé por más de dos años, y que valió la pena cada día de la espera.
Con personajes entrañables. Con situaciones reales. Con dolor y esperanza.
Mariel Ruggieri, para mí, tu mejor libro. Tu mejor pareja protagónica. Victoria es una guerrera a la cual admirar, y Renzo, es un hombre en toda la expresión de la palabra, a pesar de su juventud.
Juntos son fuego, un fuego que no se apaga, a pesar de estar entre “El Granizo”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario