"Bajo un cielo escarlata..."

"Gran parte de esa amnesia se debió a los italianos que sobrevivieron. Como me contó un antiguo partisano: <<Seguíamos siendo jóvenes y queríamos olvidar. Queríamos dejar atrás las cosas tan terribles que habíamos sufrido. Nadie habla en Italia de la Segunda Guerra Mundial y, así, nadie recuerda>>".

"Una persona muy sabia me dijo una vez que al abrir nuestros corazones y mostrar nuestras cicatrices nos volvemos humanos, imperfectos y completos".

"Ser joven y estar enamorado. ¿No resulta sorprendente que algo así pueda ocurrir en medio de la guerra? Dice algo de las bondades intrínsecas de la vida, por mucha maldad que hayamos visto".

"Si perdemos el amor, lo perdemos todo. Solo tenemos que ser más listos".

Mucho se ha escrito sobre la Segunda Guerra Mundial, pero poco se conoce del sufrimiento y la vida que tuvieron que llevar los italianos cuando los nazis los invadieron.

Esta es la maravillosa historia de Pino Lella, un adolescente de 17 años, de familia acomodada y trabajadora viviendo en Milán, con muchos sueños por cumplir, enamorado de todas las chicas hasta que conoce a Anna... pero entonces...empiezan a bombardear Milán, y ésta se vuelve una bellísima ciudad, pero insegura. Este acontecimiento, hará que lo alejen de la ciudad donde comenzará una de las grandes aventuras de su vida. También llegará a ser chofer personal del General Leyers, quien fuera la mano derecha de Hitler en Italia.

He leído mucho sobre la Segunda Guerra, y aún así no deja de sorprenderme, y lastimarme, las historias cruentas, las masacres sin piedad, las tremendas atrocidades perpetradas, las injusticias, el dolor provocado, las muertes, y al mismo tiempo me maravillo de la grandeza, fortaleza, inmensa solidaridad y empatía, la entrega absoluta, y el inmenso valor del ser humano, que arriesgando sus propias vidas lo dieron todo por ayudar en la medida que podían hacerlo, venciendo miedos, fobias, ascos y dolor.

La historia de Pino se mantuvo oculta por más de 50 años, pero definitivamente, era una historia que merecía escribirse para que el mundo la conociera. Porque Pino Lella fue un héroe que hizo todo por ayudar a los judíos. Fue, es y seguirá siendo algo sorprendente y maravilloso.

Y aunque esta novela tiene algo de ficción, por los vacíos que no se pudieron llenar durante la investigación debido a la quema generalizada de documentos nazis, y al olvido forzado y colectivo de los italianos acerca de este traumático acontecimiento, esta historia es un documento valioso, inteligente, sensible, crudo, verdadero y entrañable. ¡Qué ganas de conocer a Pino, abrazarlo, escucharlo y decirle tantas cosas especiales que se merece! Un chico de 17 años se fue de su casa en junio de 1943, y en dos escasos años, vivió todo lo vivible, aprendió todo lo que había que aprender, vio todo el dolor y el horror de los es capaz el ser humano, y amó con la entrega y la capacidad del hombre más experimentado. 

El trabajo de investigación, de años, del escritor Mark Sullivan, es inmenso y excelso. Esta historia dio a conocer al mundo la vida del desconocido, hasta ese momento, Pino Lella. ¿Quién iba a decir que ambos se salvarían del oscuro panorama que es, por momentos, la vida?

¡Gran, gran y recomendable historia!

"La chica salvaje"...

"Hasta que, por fin, en un momento indeterminado, el dolor de su corazón desapareció como el agua al filtrarse por la arena. Seguía allí, pero en lo más profundo. Kya puso la mano en la tierra húmeda y vital, y la marisma se convirtió en su madre".

"Es que no sabía que las palabras pudieran contener tanto. No sabía que una frase pudiera estar tan llena".

"Se preguntaba con languidez qué había hecho para que todo el mundo la abandonara".

"Pero en realidad era una niña abandonada, una niña que sobrevivió sola en un pantano, que pasó hambre y frío, y a la que no ayudamos".

Una historia que habla sobre la vida, el abandono, la soledad, el racismo, el bullying, la falta de empatía, y la inmensa necesidad de "pertenecer".

Narrada a dos tiempos, desde 1952 a 1970; transcurre en un pueblito de pescadores en Carolina del Norte, Barkley Cove, y nos cuenta la historia de Kya Clark, quien crece en la más completa soledad en la marisma, donde aprende a amar ese sitio que le brinda hogar, cobijo, comida y felicidad. Ese entorno, el lugar, la naturaleza, ha sido como una madre que abriga, guía y enseña.

Ella, Kya, es la gran protagonista, y a pesar de su timidez, del miedo a la gente, y del temor a socializar, es una chica fuerte, valiente, capaz. No obstante de haber crecido libre y al viento como una planta más de la marisma, ha aprendido, ha observado, es aventurera, creativa, astuta. Defendiendo su soledad, su territorio y su corazón.

Por lo mismo no puede faltar el amor, representado por dos hombres diametralmente opuestos que aparecen en su vida... como aparece también el cadáver de un hombre en el pantano, situación que hace que todo cambie en la rutina de los protagonistas.

Es una historia diferente, incluso en el ritmo de lectura habitual. 

Es un libro que se siente, se toca, se huele... se llega hasta a saborear.

Kya es un personaje que se queda grabado a fuego, y al que se desea abrazar y con quien quisieras conversar frente a una taza de café y ese pan de maíz que ella misma preparaba.

"La chica salvaje" es un homenaje a la naturaleza, a la vida silvestre, a los animales, a las plantas, a los flujos de agua, al mar. Un escenario que se plantea salvaje, pero abundante en alimentos, con un buen clima y con grandes escondites para que Kya los pudiera utilizar.

Y el final...¡El final es SOR PREN DEN TE!

Primer libro de la escritora Delia Owens, que con 70 años se catapultó a la mismísima luna con esta maravilla de historia.

¡Dense la oportunidad de leerlo, les prometo que no se van a arrepentir!

"La voz de Archer..."

 "... y justo en ese instante nuestros ojos se encontraron y parecieron enredarse".

"De pronto se me ocurrió que Archer Hale había aprendido un idioma, pero nunca había tenido una sola persona con la que utilizarlo. Hasta que llegué yo".

"Quiero que te guste a ti. Así que haz lo que quieras".

"Nos dijimos mil palabras sin pronunciar ni una sola en voz alta".

Hay personas que están destinadas a encontrarse. Es cierto, y lo creo. Archer y Bree, son de esta clase de personas. Nada más posar la mirada, uno en el otro, y sus vidas colisionaron de una manera rotunda, y aunque la atracción de ambos es inefable... no hay prisas, nada se fuerza, permitiendo que todo fluya, que todo surja de acuerdo a sus tiempos. Y además respetando que cada uno trae encima un historial de tragedia y dolor al que deberán enfrentar para poder seguir adelante.

Bree es joven, 21 años. Buena, empática, agradable. Una chica con ideas claras pero de carácter fuerte por todo lo que ha vivido en un pasado cercano. Es madura, reflexiva y comprensiva... y no, no se deja manipular. Tiene un gran corazón, es humana y bondadosa.

Él, Archer, es amor total. La inocencia personificada. Mantiene el alma pura y no existe la maldad en él, debido a su trágico y conmovedor pasado.

Ambos representan la roca que salva cuando crees que todo se ha perdido. Y no, su relación no será fácil, deberán aprender mucho y sacrificar otro tanto, pero todo lo que se viva y se sufra, servirá para que ambos maduren, se valoren, y puedan, finalmente, vivir su relación.

Mia Sheridan no sólo nos presenta una historia de amor preciosa, sino que nos abre los ojos para aprender a no juzgar por las apariencias, no condenar sin conocer, no criticar cuando no se sabe el fondo de una situación... Empatía, respeto, cariño, bondad, necesidades básicas que cualquier persona necesita.

Una novela que engancha, emociona, ilusiona, enseña, nos abre los ojos y el corazón, pero también hace que el alma se nos encoja y se derramen algunas de las de cocodrilo.

¡Me gustó mucho, de principio a fin! ¡Muy recomendable!

"Bajo el cielo de París"...

"La guerra nos enseña a no desaprovechar las oportunidades que nos brinda la vida, bajo el cielo de París, se me ha brindado la mía: tú".

En agosto de 1944, justo cuando las tropas de liberación norteamericana marchaban victoriosos, entrando a París, liberándolos del yugo nazi, el capitán Robert St'James clavó sus ojos en la belleza de Arienne, una joven lugareña que había ido a aplaudir a los soldados que los llenaban de esperanza y de libertad.

Ella también lo miró, y de pronto exisitieron miles de posibilidades.

La atracción instantánea, las miradas hablando más que mil palabras, la excitación al sentir el roce de una mano... 

Es bien cierto que en momentos extremos como una guerra, un desastre, un instante de gran dificultad... los sentimientos se disparan, los sentidos están a flor de piel, y no se deben desaprovechar las casualidades y ocasiones que la vida pone frente a nosotros.

Un relato corto, o noveleta de Arlette Geneve, bien escrito, detallado, y si ocurre en París, siempre valdrá la pena.