"Si su hija apareció en la iglesia un día de lluvia fue porque alguien la llevó allí a la rastra, viva o muerta".
"No puede. Ella no habría podido, Y esa tarde llovía".
"Ella lo padece, lo sufre, lo maldice, pero tenerlo no, tener implica voluntad de agarrar algo, de sostener, y ella no, eso sí que no".
"Prefiere su insulto a su ausencia pero ella sabe que no importa lo que ella prefiera porque la muerte se llevó su posibilidad de elegir".
"Yo sí quiero vivir, ¿sabe?, a pesar de este cuerpo, a pesar de mi hija muerta, dice y llora, sigo eligiendo vivir..."
Narrada desde la desolación de Elena, una anciana que sufre una enfermedad neurodegenerativa, y de manera lenta y detallada nos muestra el sufrimiento de esa madre ante la pérdida de su hija, sumergiéndonos, no sólo, en el dolor, la impotencia y frustración que su enfermedad representa sino en su penoso existir sin saber qué fue lo que realmente sucedió con su hija.
Una historia contada de forma cruda y realista, con detalles minuciosos sobre su padecimiento, y los periplos realizados para lograr obtener una respuesta lógica y fundamentada ante la muerte de Rita.
Y en esa búsqueda incesante, pese a su cuerpo deteriorado por la enfermedad, hará una remembranza de sus vidas en común para lograr encontrar algún indicio que le marque la verdad... aunque ésta resulte aniquiladora.
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