lunes, 14 de abril de 2025

"Lady Casanova..."

"Era un acto de hedonismo. Me transformé en una narcisista que gozaba de la suavidad de su propia piel. Perdiéndome en mí misma me dejé llevar por esa vorágine de autoplacer."

"No hay un término digno para una mujer Casanova, todos los calificativos para dirigirse a ellas son denigrantes, despectivos y vulgares."

"Pareciera que las mujeres buenas y abnegadas son tan ajenas al sexo que tienen la entrepierna lisa como muñeca Barbie."

"Mis reglas incluían: Nunca relacionarme con los novios, exnovios, hijos, papás, tíos, ni sobrinos de mis amigas y conocidas. Ideas mías para no tener problemas."

"Lo que anhelaba era enamorarme. Pero comprendí que esas cosas no se pueden forzar. El amor llega como una hecatombe fortuita, cuando menos se le espera."

Esta es la historia de una mujer... Una mujer experta en el placer sexual.
Ella misma se autodefine como "sexosa".

Descubrió el placer en su cama, por ella misma.

Con el tiempo necesita el sexo tanto como respirar. No le importa si es con un hombre o una mujer, o con ambos, sino que le gusten, que se sienta atraída por ellos, que le inspiren confianza.

Y es así, como en el transcurso de la historia, narrada en primera persona por Susana, nos cuenta, con absoluto detalle, las cosas que le gusta hacer, y que le hagan.

Pero al final, después de tantas camas, tanto sexo, tantos hombres y mujeres, el vacío se empieza a sentir al no tener a alguien que llene la necesidad de su corazón.

No me asusto de nada. He leído de todo, o casi todo, y la erótica no me sorprende, ni me intimida... pero...
Bueno, la lectura es totalmente subjetiva, lo que a mí pueda no gustarme, a otras personas, seguro, les encantará.




martes, 8 de abril de 2025

"La página rasgada..."

"Emilia, a pesar de su edad, destacaba como una onza de oro en medio de una pila de carbón."

"Tengo que decir que yo nací feminista. No en el sentido de contraposición del hombre, sino de las que se tienen por una igual, con los mismos derechos y obligaciones."

"Con el tiempo se había vuelto hosca y resentida, desplegando en su entorno familiar la hiel acumulada en su pecho en forma de insultos gratuitos e ironía hiriente pero, aun así, yo no dejaba de admirar lo que hizo."

"Coja de niña, sorda de mujer, la fatalidad se cebó con mi abuela. No era de extrañar que contemplara la vida sin más futuro que el presente, sin otras miras que las suyas propias."

Contrario a lo que mi querida Nieves Hidalgo nos tiene acostumbrados, esta no es una novela romántica sino una historia, prácticamente biográfica, de Emilia Larrieta, la abuela de la escritora.

Emilia fue una mujer de armas tomar, con una gran energía, inmensa voluntad y, gran desparpajo ante la vida. Pese a todas las vicisitudes a las que tuvo que enfrentarse, jamás se rindió ni bajó la cabeza.

Vivió terribles momentos económicos desde los principios del siglo XX. Sufrió enfermedades, una de ellas la llevó a perder su pierna contando apenas con 13 años. Perdió al amor de su vida, e incluso, perdió su estatus social, pues había nacido en una familia de la clase social alta de Madrid.

La historia es muy sencilla de leer. Desentraña lo que se vivió durante la Guerra Civil, en España y en la posguerra. Lo que tuvieron que vivir su abuela, su madre, e incluso, la misma escritora.
Un gran recorrido por la historia española. De dolor, lucha y muerte, hasta conseguir vivir en democracia tras la dictadura de Franco.

Nieves, desde niña, conversaba largamente con su abuela, y apuntaba todo lo que ella le iba contando. Es así que esta historia se pudo escribir tan fiel a lo que pasó por sus vidas.

Emilia... Una mujer con una fortaleza inmensa, trabajadora, positiva, y con una autoestima maravillosa que jamás le permitió sentir lástima por ella misma. Pero, se podría decir, que también tenía su lado oscuro.
Hizo lo que quiso, como lo quiso, y con quien quiso.

¡Gran historia! ¡Cómo me hubiera gustado conocerla!
¡Gracias, Nieves querida por este libro y, por habernos regalado la posibilidad de conocer a tu abuela!
Y gracias, desde el fondo de mi corazón, por haberme mandado esta historia desde España.