lunes, 14 de abril de 2025

"Lady Casanova..."

"Era un acto de hedonismo. Me transformé en una narcisista que gozaba de la suavidad de su propia piel. Perdiéndome en mí misma me dejé llevar por esa vorágine de autoplacer."

"No hay un término digno para una mujer Casanova, todos los calificativos para dirigirse a ellas son denigrantes, despectivos y vulgares."

"Pareciera que las mujeres buenas y abnegadas son tan ajenas al sexo que tienen la entrepierna lisa como muñeca Barbie."

"Mis reglas incluían: Nunca relacionarme con los novios, exnovios, hijos, papás, tíos, ni sobrinos de mis amigas y conocidas. Ideas mías para no tener problemas."

"Lo que anhelaba era enamorarme. Pero comprendí que esas cosas no se pueden forzar. El amor llega como una hecatombe fortuita, cuando menos se le espera."

Esta es la historia de una mujer... Una mujer experta en el placer sexual.
Ella misma se autodefine como "sexosa".

Descubrió el placer en su cama, por ella misma.

Con el tiempo necesita el sexo tanto como respirar. No le importa si es con un hombre o una mujer, o con ambos, sino que le gusten, que se sienta atraída por ellos, que le inspiren confianza.

Y es así, como en el transcurso de la historia, narrada en primera persona por Susana, nos cuenta, con absoluto detalle, las cosas que le gusta hacer, y que le hagan.

Pero al final, después de tantas camas, tanto sexo, tantos hombres y mujeres, el vacío se empieza a sentir al no tener a alguien que llene la necesidad de su corazón.

No me asusto de nada. He leído de todo, o casi todo, y la erótica no me sorprende, ni me intimida... pero...
Bueno, la lectura es totalmente subjetiva, lo que a mí pueda no gustarme, a otras personas, seguro, les encantará.




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