"Emilia, a pesar de su edad, destacaba como una onza de oro en medio de una pila de carbón."
"Tengo que decir que yo nací feminista. No en el sentido de contraposición del hombre, sino de las que se tienen por una igual, con los mismos derechos y obligaciones."
"Con el tiempo se había vuelto hosca y resentida, desplegando en su entorno familiar la hiel acumulada en su pecho en forma de insultos gratuitos e ironía hiriente pero, aun así, yo no dejaba de admirar lo que hizo."
"Coja de niña, sorda de mujer, la fatalidad se cebó con mi abuela. No era de extrañar que contemplara la vida sin más futuro que el presente, sin otras miras que las suyas propias."
Contrario a lo que mi querida Nieves Hidalgo nos tiene acostumbrados, esta no es una novela romántica sino una historia, prácticamente biográfica, de Emilia Larrieta, la abuela de la escritora.
Emilia fue una mujer de armas tomar, con una gran energía, inmensa voluntad y, gran desparpajo ante la vida. Pese a todas las vicisitudes a las que tuvo que enfrentarse, jamás se rindió ni bajó la cabeza.
Vivió terribles momentos económicos desde los principios del siglo XX. Sufrió enfermedades, una de ellas la llevó a perder su pierna contando apenas con 13 años. Perdió al amor de su vida, e incluso, perdió su estatus social, pues había nacido en una familia de la clase social alta de Madrid.
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