"Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-lita: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta."
"La miré y la miré, y supe con tanta certeza como que me he de morir, que la quería más que a nada imaginado o visto en la tierra, más que a nada anhelado en este mundo."
"La quería. Era amor a primera vista, a última vista, a cualquier vista."
"...sus sollozos en la noche- cada noche, cada noche- no bien me fingía dormido."
"Sabía que me había enamorado de Lolita para siempre, pero también sabía que ella no sería siempre Lolita."
Con una prosa hermosa, esta historia envuelve por la forma en que está escrita: casi poética, pero la trama, es sórdida y oscura.
Humbert Humbert es inteligente, persuasivo, manipulador y totalmente enfermo. La novela muestra al hombre mayor exitoso, refinado, mundano, en contraparte, la inocencia, la ingenuidad y la juventud extrema de Lolita, con solo doce años.
Jamás podré ver esta novela como una historia de amor, como muchas personas han dicho, sino como una obsesión sexual por las nínfulas, por un hombre que también comete incesto.
El deseo desenfrenado, y poético, de HH hacia Lolita, habría sido mágico si ella fuera una mujer de 21 años, pero es una infante que ni siquiera había salido del cascarón, lo que sencillamente molesta y repele.
Aunque es la historia de un pedófilo, su encanto y persuasión intelectual envuelven. Y la narrativa es tan hermosa, y espectacularmente realizada, que por momentos olvidamos que HH es una bestia, hasta que Nabokov, con su magia, nos restriega la verdad en la cara.
Creo que es un libro que todos los lectores deberían de leer. Eso sí, con mente abierta a lo que se presenta.
Difícil decir si me gustó, o no, pero eso sí, es un libro que no puede dejar indiferente a nadie.
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