"En realidad las estrellas, al igual que las personas, buscan compañía, formar constelaciones. Es la forma de dejar huella: formar parte de algo más grande, más importante".
Como lo indica la sinopsis, Anne Tinsley es un poco torpe, además de antisocial e insegura. Trabaja como barista en un casino, y ella considera su vida como aburrida. Ha buscado un amor como el de sus padres, sin conseguirlo a la fecha.
Una Nochebuena de trabajo y tragos, un disfraz de reno, un anillo, una boda en Las Vegas, un accidente y una familia un poco "loca", pero que cobija con amor y calidad, serán la trama a seguir en esta historia llena de estrellas y constelaciones.
Conoce a Luke Miller por esos extraños azares del destino, y sus temperamentos chocan. Él es un chico tranquilo, ama las estrellas y traza líneas imaginarias en el cielo, ya que es astrónomo. No quiere saber nada de la desaparición de Sean, su hermano, pero ella... sí, Anne, está ahí y se lo recuerda en todo momento.
Con el trato diario y los pormenores que irán pasando, descubrirán que el otro, no es lo que habían pensado. Y a pesar del pasado, de los secretos, del accidente y de los miedos, avanzan en su camino, porque a veces las estrellas son tercas y colisionan.
La trama es divertida y cautivadora. No sólo habla de romance, también hay algo de intriga, y hacia el final da un giro interesante y sorpresivo.
Narrada en primera persona, intercalando las voces de Anne y Luke, por lo que llegaremos a conocerlos más íntimamente.
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