"Pero los asesinos eran de mi ciudad, no habían venido de ningún lado a hacerse la temporada ese verano. Eran chicos como los míos, incluso uno había ido al mismo colegio que mi hijo mayor..."
"Lloré por él, por su madre, por su novia, y por todo aquello que uno no llora en su momento".
"... los resultados de las pericias psicológicas de dos de los detenidos decían que habían matado por placer".
"Será que todos los estuvimos ahí esa noche tenemos culpas. O vergüenza. O ambas cosas".
Una historia basada en un hecho real que aconteció hace 3 años en el balneario de Villa Gesell, en la costa Argentina.
Un libro que refleja la violencia que se vive en la actualidad. El salvajismo, el odio sin sentido. El placer de hacer daño, de herir, de hacer sangrar... de matar.
La historia está contada a dos voces y un narrador omnisciente. Ada y Magda. Ada, es madre de uno de los victimarios. Una mujer trabajadora, divorciada y con dos hijos. Una persona normal, hasta que se reporta el asesinato de un chico, hecho que quebranta la paz de una ciudad, de un país, y de las familias implicadas, porque no sólo se afecta la familia de la víctima, también los familiares de los acusados trastocan su existir de forma emocional, moral y obviamente, económica.
Como madre, ¿qué se haría si se sospechara que uno de los hijos es un asesino?, ¿Se le defendería a capa y espada, se creería en él, se daría todo por ayudarlo?
¿Qué se hace para seguir creyendo cuando todo muestra que no se debe creer?
¿Qué nos ha pasado como sociedad que estamos inmersos en un constante pelear, agredir, golpear, insultar, y sí, hasta matar?
¿En dónde perdimos el camino, los valores, la empatía, y el respeto por la vida del prójimo?
Los ataques "en manada" se han vuelto muy comunes, no sólo en Argentina, no es exclusivo de ese país, en México también se ha popularizado, como se ha hecho en España. ¿Qué motiva a una horda a bestializarse de tal manera que pierden de vista que el otro, o los otros, son seres humanos?
Y no sólo se perpetran estos actos bajo los influjos del alcohol o las drogas, está probado psicológicamente que existen personas que sienten "placer" al lastimar a otro.
¿Qué tanto pesa el amor ante la justicia? ¿Se justifica "el silencio" en pos de salvaguardar una amistad?
Miedo, dolor, falta de empatía, odio, desprecio, la negación ante los hechos, violencia desproporcionada, machismo, son algunos de los temas que Gabriela Exilart plasma con claridad y dureza, porque el tema es duro, duele, oprime, molesta.
Es una historia que escuece, que lastima, y que prende focos rojos ante una realidad actual que estamos viviendo en todos lados.
Aplaudo la valentía de la escritora, primero por cambiar del género a que nos tenía acostumbrados, y segundo, por atreverse a visibilizar una verdad que se nos está escapando de las manos, como personas, familias y sociedad.
¡Muy recomendable!