"-Cuál es el apuro de salir a la calle- preguntó.
-El correo".
"... y él quedó convertido en un hombre solo sin otra ocupación que esperar el correo todos los viernes".
"El coronel sintió el terror. El administrador se echó el saco al hombro, bajó el andén y respondió sin volver la cabeza:
-El coronel no tiene quien le escriba".
Una historia llena de melancolía, donde un viejo coronel espera con ansias el correo con esa buena nueva tan esperada, tan soñada... tan irreal y lejana.
Tan sumergido en una idealización que le impide enfrentar la realidad que tiene delante de él, y que se lo va carcomiendo junto a su esposa.
Una novela muy corta. Tan sencilla como profunda.
Nostálgica e íntima. Que nos presenta la esperanza ante el desasosiego. La ilusión y la fe ante la injusticia y las penas, la vida ante el dolor por la muerte.
Y a pesar de la miseria que lo envuelve, de los años encima, del pobre provenir que se vislumbra, jamás pierde la esperanza, ni la dignidad ante una sociedad corrompida.
Triste, conmovedora, y al mismo tiempo esperanzadora.
Priorizando la importancia de los valores ante un mundo desgastado, y mostrando la grandeza de un escritor, Gabriel García Márquez, que en tan pocas páginas puede demostrar y decir tanto.
¡Muy, muy buena!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario