lunes, 17 de agosto de 2020

"El cielo de tus días"... cuando nada es lo que parece.

"El envío era anónimo. Ni siquiera se había sellado, y dentro había una bolsa de pruebas, transparente, de las nuestras. En su interior, la foto de una chica, con nueve palabras en el reverso: «Esta era ella. Este, su pelo. Yo, su asesino». No necesitaba más explicaciones".

La aparición de un mechón rubio, con una fotografía y un parco mensaje anónimo: "Ésta era ella. Éste, su pelo. Yo, su asesino", hacen que la inspectora Natalia Herreros y el inspector Álex Brul reabran el caso, -"El caso de Alicia"-, "presuntamente" resuelto y cerrado hace ya 15 años en Bilbao. Álex lleva una implicación personal en el caso, que lo llevó, en su momento, a pasar por el banquillo de los sospechosos. Él y Natalia trabajan juntos, ha sido su jefe por mucho tiempo. Ambos se admiran, les gusta ser y estar cercanos, despiden una tensión sexual que traspasa las página y se puede sentir... aunque cada uno tenga una relación por su cuenta.

Las acciones se desarrollan entre Bilbao y Madrid, porque Natalia acepta un traslado que le ofrecen, con todas las complicaciones que ésto conlleva.

"Alicia" los empieza a obsesionar y a "traspasar". Hay muchos sospechosos... que mienten, el "presunto asesino", qué está pagando una condena, sigue asegurando que es inocente, existen muchos hilos sueltos, pistas incompletas, teorías que los inspectores plasman, pero no son sustentables. La información se nos va dando de a poco. Cada vez vamos conociendo más, hilvanando las situaciones para tratar de tener algo real de lo cual agarrarse para seguir.

Los dos protagonistas son magníficos. Bien delineados, muy alejados de la perfección, son personas complejas, con errores, con ciertas adicciones. Van intercalando capítulos a lo largo de toda la historia, narrados en primera persona con lo que existe una mayor cercanía y entendimiento de sus sentimientos, pensamientos y acciones.

Natalia es la inspectora estrella, la compañera que cualquiera desearía tener. Inteligente, valiente, analista, entregada, trabajadora. Álex es un hombre audaz, decidido, sin miedo, perspicaz, desenvuelto... pero, se duda de él. Natalia lo hace, el lector lo hace, y ni siquiera por ésto llega a perder ni un poco su brillo. Álex gusta, y mucho. Natalia también, a pesar de sus dudas y titubeos.
Son tan buenos juntos, exudan tanta química, que su historia tiene tanto peso como el caso policial que investigan.

Otro gran personaje que puede llevar el título de "protagónico", viene a ser "Alicia", quien estará omnipresente en toda la trama y la iremos conociendo mediante la investigación que se realiza y por los recuerdos y pensamientos del inspector Brul.
Los "secundarios" son igualmente de importancia relevante, y se les retrata de una manera completa. Conoceremos partes de sus historias y la relación que conllevan con los protagonistas.
Y el final, es sencillamente espectacular. No encuentro otra manera para catalogarlo.

Es una historia que atrapa, y ¡de qué manera!
No da tregua ni respiro.
Es un thriller-policial-romántico-psicológico, si es que existe una variante así en la literatura.
¡Es espectacular! Imposible parar de leer, te abduce totalmente.
Interesante, intrigante, explosivo, con una pareja policial que saca chispas.
Desconfías de todos, no crees en nadie, todos pueden ser el asesino.
Todos mienten, todos callan verdades. Muchos secretos, muchos cabos sueltos.

Lo cierto es que hace tiempo que una historia no me atrapaba de esta manera... y sí Álex y Natalia se merecen fanfarrias, así como su creadora: Greta Alonso.

¡Agradezco infinitamente a mi querida amiga y admirada escritora Lola P. Nieva por haberme recomendado esta alucinante historia! 
¡La recomiendo totalmente para quienes gusten de este género!



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