martes, 2 de enero de 2024

"Ayer..."

"No podemos escribir nuestra propia muerte."

"A veces me pregunto si vivo para trabajar o si es el trabajo el que me hace vivir."

"Pero pensaba que la vida no podía ser lo que era, prácticamente nada. La vida debía de ser alguna cosa y yo esperaba que llegase esa cosa, la buscaba".

Una novela muy corta, pero inmensamente sombría. Llena de aflicción, de sueños que se quedaron en eso, de añorar lo que pudo haber sido, y de un gran, pero penoso amor.

Con una prosa poética y emotiva, Agota Kristof, nos presenta la historia de un hombre que deja su patria y se instala en alguna ciudad de Europa, de la cual no se hace referencia. Un hombre sin familia, con un triste pasado, un presente sombrío, y un futuro que se vislumbra oscuro y lejano.

Marcado por una niñez repleta de carencias, se refugia en una vida rutinaria y monótona, que es lo que su trabajo le ofrece, resignado a que es lo que tiene, y soñando con querer cambiar su realidad.

Nos hace pensar cómo en tan pocas páginas, tan bien escritas, se puede denotar tanto dolor.

Primera vez que leo a Agota Kristof, y me gustó muchísimo su manera de escribir.




2 comentarios: