"Voy hacia la mesa del salón y saco el portátil. Empiezo a escribir y me sumerjo en mi historia. De vez en cuando levanto la vista para observar si se mueve, pero no hay ningún cambio. Así que sigo trabajando y me olvido por completo de él".
Una escritora famosa, Samantha Nelson, de Nueva York y decepcionada de su mundo, rompe con el pasado y decide aislarse en una cabaña en medio de la nada en Canadá. Alejada de todo y de todos y solamente teniendo como ancla a puerto seguro a su representante, Irene.
A distancia de todo lo que distrae y complica el exisitir, vuelca su inspiración en una nueva historia, sin imaginar la de sucesos que le irán ocurriendo en ese inhóspito lugar.
Corto... se lee en una sentada, atrapante desde un principio, intenso. Narrado de forma sencilla, con fluidez. Llevándonos a vivir el frío inclemente del invierno en Canadá, con la nieve que cae sin parar y se agolpa por doquier. Sintiendo el calor que emana de la chimenea, y hasta escuchando el crepitar de los leños al arder.
Con sorpresas que emocionan, con escenas bien "hot" que suben la temperatura, y hacia el final, con un giro que no se espera y sorprende de muy buena manera.
Primera historia de Amanda Seibiel que leo, y me gustó. Seguramente la volveré a leer en el futuro.
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